Otro golpe al sector ferroviario leonés con el traslado a Madrid del control de vagones

Otra historia con final triste para el sector ferroviario leonés. Hace unos días, el personal de la base de Oviedo ha comenzado a realizar y gestionar el bobinero de Trasona a Valladolid, que se convierte, de esta forma, en la primera composición de mercancías que pasa por largo de León, que deja de lado la frecuencia de clasificación en la capital leonesa. De momento, la etapa que anula León en el recorrido se aplica sólo a las circulaciones en fin de semana de esta unidad, pero fuentes consultadas en el sector dan por seguro que la práctica se va a extender a diario en las previsiones de ruta. La novedad viene derivada de la flexibilidad de tiempos que permite el túnel de Pajares en las operaciones de mercantes, y suma una nueva resta a los recursos del personal asignado a la residencia de León. Que Oviedo maneje la circulación es un turno menos para los maquinistas radicados en la capital leonesa. Y así se descuenta otra porción del capital del cuerpo ferroviario leonés, que tenía en la residencia de maquinistas un icono del potencial que llegó a representar en la red del ferrocarril español.

Las mermas se apilan a la puerta del antiguo emporio de la residencia leonesa de maquinistas, la joya de un imperio derrocado a base de desinversión, recorte de frecuencias, eliminación de trenes, merma de estructura; hasta sintetizar el declive en un punto en el que no se puede distinguir si fue antes la hemorragia en el flanco del personal, en el estamento laboral, o en la ventanilla de recursos materiales. El escenario comienza ya presentar un aspecto desolador.

También hace unos días se levantó acta de otra secuencia funesta para el futuro ferroviaria de León. También, en mercancías, el personal que llevaba la gestión de vagones ha dejado vacío el lugar de trabajo, con la asignación difuminada y la gestión trasladada a Madrid. El mismo relato que en capítulos precedentes de otros estamentos antes localizados en torno a las vías y estructuras de la capital leonesa. El descuento de este personal adelgaza de forma más que notable el Centro de Gestión y Operaciones (el CGO), que tiembla como un flan ante la debilidad de recursos y fuerza laboral que se mantiene en este punto de trabajo. Ayer, aún, era posible contar empleados vinculados a la gestión de máquinas, pero en vista de la celeridad que llevan algunos procesos de vaciado acometidos por los gestores de las operadoras ferroviarias o de la administración de infraestructuras en León, nadie del sector se atreve a aventurar más allá de un corto plazo.

Mercancías es ya la nueva esquina rota de las divisiones de Renfe en León, según se manifiesta en la estructura laboral de los maquinistas asignados a esta base; quedan 32 empleados para un repertorio de servicios cada vez más mermado en esa deriva del saqueo de recursos y asfixia de inversiones al emporio ferroviario que fue la capital leonesa.

En otro momento crítico de esta comparativa en el adelgazamiento, la operadora Captrain suma 33 maquinistas en León, más de los que dispone ya la propia operadora pública; Medway, que se prepara para dominar en la red de mercancías cuenta con una docena de maquinistas vinculados a la capital leonesa.

Los golpes cada vez resultan más difíciles de digerir para la estructura, heredera de momentos florecientes de cuando el peronal de conducción de León dominaba media España, con servicios en viajeros y mercancías desplegados desde Zaragoza a Madrid, Vigo o Asturias; el tren hotel o el 752, emblemas de una época, liquidada. En los recortes, salen a flote las disculpas. «Los nuevos tiempos», explican los gestores que se encojen de hombros. Los nuevos tiempos son los tiempos reducidos, también en viajeros, que forma parte de ese meneo laboral que ha dado traslado a maquinistas de Oviedo de la gestión de la alta velocidad a Madrid y Gijón. Con los Alvia y los Ave.