Muere un afilador leonés cosido a puñaladas en la provincia de Lugo

Un afilador leonés, de 37 años de edad, falleció a consecuencia de las puñaladas que recibió en Burela, y que afectaron a sus órganos vitales. Un vecino de esa localidad lucense avistó el cuerpo del hombre moribundo a las seis de la tarde de ayer. Cuando la Policía Local llegó al lugar del herido, cuya identidad atendía a las iniciales de R. E. V. este se encontraba aún con vida, pero ya no podía hablar y había perdido mucha sangre. Las heridas eran numerosas; una docena, según algunas fuentes consultadas y alguna con afecciones en órganos vitales, como el corazón o el intestino, que asomaba por una de las hendiduras del puñal. El leonés, que viajaba con frecuencia a Burela en donde trabajaba como afilador de cuchillos, falleció en la ambulancia del servicio de urgencias del Sergas (servicio gallego de salud) que le trasladaba al hospital y en la que nada se pudo hacer por salvar su vida. La Policía Judicial de Burela inició ayer tarde la investigación para esclarecer el crimen. Algunas fuentes mencionaron que aunque el cuerpo apareció sobre la arena estaba mojado. Se trata de una zona abierta al mar por la que no solía transitar gente, excepto los pescadores que van a tentar suerte con la caña. Es probable que la agresión se produjera en ese lugar, pero también es probable que lo hubieran atacado en otro sitio próximo. En la caravana que R. E. V. utilizaba como vivienda se encontró mucha sangre, pero no se conoce aún si era propiedad de la víctima. El cuerpo se encontró a 150 metros del vehículo. El afilador, natural y residente en la provincia de León, era conocido en la comarca de Burela por el oficio que desarrollaba en las temporadas que se trasladaba hasta esta zona de la provincia de Lugo, a la que solía acudir de forma frecuente.