Diario de León

| Reportaje | Un mundialito en León |

El balón del entendimiento

Kofi, Adelino, Jean- Placide y Mono con el trofeo cedido por el Ayuntamiento de León

Kofi, Adelino, Jean- Placide y Mono con el trofeo cedido por el Ayuntamiento de León

León

Creado:

Actualizado:

Gabón sólo ha llegado a los cuartos de final en los mundiales de fútbol, pero en el mundialito de fútbol sala que hoy comienza en León espera llevarse el trofeo. Su selección, integrada por parte de la colonia de 26 estudiantes gaboneses que residen en la capital, parte como favorita en el torneo que se celebra simultáneamente en el Estadio Hispánico y el pabellón cubierto del CHF, cedidos por el Ayuntamiento de León a la Organización Socorro Internacional (OSI), promotora del acontecimiento deportivo intercultural. Doce partidos ponen a prueba las habilidades futbolísticas de los 120 inmigrantes que compiten por la copa del mundialito leonés, repartidos en doce equipos de otras tantas nacionalidades. Son aficionados e inmigrantes que «trabajan en León y participan en esta iniciativa, a propuesta de OSI, de una forma totalmente voluntaria y desinteresada», subraya Fernando González, vicepresidente de la asociación. No cobran cuotas de inscripción, ni entradas al público. «Por el entendimiento entre culturas» es el lema del mundialito, que valora la riqueza cultural y el entendimiento bajo el paraguas de otra gran cultura, la del balón. Frente a quienes presentan la inmigración como «un elemento de desestabilización de nuestro estado de bienestar», la organización no gubernamental propugna desde la competición deportiva propugna «políticas de mayor integración multicultural que permitan una plena participación de la persona inmigrante en nuestra sociedad», precisa González. Integración versus racismo Desterrar la idea de que los inmigrantes son «una amenaza para nuestra seguridad» y contraponer una actividad positiva frente a los actos de «racismo y xenofobia como los que últimamente se están dando, de forma aislada, en algunos locales de la hostelería leonesa» es el fin primordial. El medio, el fútbol. Los voluntarios lamentan la falta de iniciativas de las instituciones para erradicar «esta imagen de desprestigio de los inmigrantes que se fomenta entre la población». El mundialito está protagonizado por inmigrantes y dirigido a toda la población leonesa, sencilla pero contundente demostración de que quienes vienen de fuera también pueden dar y no sólo recibir. «No todos se dedican a delinquir y además son muy necesarios para nuestra economía», añade. OSI invita «a todas y todos los ciudadanos de León a la participación en este evento deportivo de la integración». También se espera contar con la calurosa animación de las colonias de cada país participante para que en los partidos no falte la afición más apasionada. OSI pide a las aficiones de los doce países que acudan a los encuentros «con ropas y vestimentas tradicionales» representativas de sus culturas. «En Gabón el fútbol es el deporte número uno, aunque sólo ha llegado a los cuartos de final por cuestiones políticas y de organización», explica Jean-Placide. El joven estudiante gabonés -todavía está en la fase de aprendizaje del idioma- subraya que los gobernantes de su país «toman siempre las decisiones con retraso, exigen muchos papeles y, muchas veces, los jugadores llegan algunas horas antes de empezar los partidos». Adelino tiene nombre español, pero es angoleño y en León acude a diario a la Facultad de Veterinaria donde realiza un trabajo de investigación. Su afición por el fútbol, desde niño, no se diluyó en las costumbres cubanas en las que se ha educado y formado. «El mundialito es una buena iniciativa para contribuir a que todos los países se encuentren y la gente pueda abrirse más. Me gustaría que se hiciera más veces y con más amplitud». Lo que él propone es extender el mundialito a otras facetas de la cultura y el ocio. «Hacer festivales de baile y gastronómicos», por ejemplo. En el campeonato se dan cita oriundos de Gabón, Senegal, Argelia y Marruecos; Argentina, Colombia, Ecuador y República Dominicana, España y Rumanía y China. El locutorio telefónico de Sancho Ordóñez ha sido una pieza clave en la organización del mundialito. Aquí se encuentran a diario universitarios extranjeros y obreros inmigrantes que viven en Mariano Andrés, La Asunción, San Mamés y Las Ventas. Un grano de arena a las fiestas «También queremos aportar nuestro grano de arena a las fiestas de León», indica Kofi, copropietario del locutorio Africa nacido en Togo, que juega al fútbol en el equipo de inmigrantes León Acoge. Los senegaleses como Mono, de sólo 17 años, entrenan cada sábado en el barrio de La Vega de Armunia, lo mismo que un grupo de sudamericanos, muchos de ellos dominicanos, cultivan el juego de la pelota, el beisbol, en el campus universitario. El fútbol tiene las mismas reglas en todo el mundo. Pero no se juega igual. «La gente que está acostumbrada a jugar al fútbol sabe que cada jugador tiene su puesto. Pero cuando juegas con los cbinos nunca sabemos muy bien donde están; los marroquíes juegan muy suave... como las mujeres», aclara Jean-Placide. Los voluntarios de OSI explican que el mundialito utiliza la capacidad de unión del fútbol para integrar a inmigrantes y a leoneses. Aunque no faltará la competición. «Esa la ponen ellos», afirman los voluntarios. Y tanto. Michael, otro gabonés, desea disputar la final con España. Y, naturalmente, ganar. El fútbol se convierte en competición internacional y excusa de integración No todos los inmigrantes delinquen y son necesarios para la economía Los chinos nunca sabes donde están en el campo y los marroquíes juegan suave

tracking