Madrid propone un pacto nacional para llevar a los jóvenes al campo

El Gobierno propondrá a finales de este año a las Comunidades Autónomas y a todas las fuerzas políticas un gran acuerdo nacional para fomentar el asentamiento de jóvenes en el medio rural, al frente de explotaciones agrarias. Con ello se pretende atajar uno de los grandes problemas del campo español: las secuelas de la jubilación de unos 400.000 agricultores en los próximos diez años -el cuarenta por ciento del total-, sin perspectivas de que vayan a tener relevo en su actividad, algo que «no es un drama, es una realidad que demuestra el Libro Blanco de la Agricultura», en palabras del propio ministro del ramo, Miguel Arias Cañete. El planteamiento inicial consiste en analizar ese plan en conferencia sectorial con todas las autonomías en el próximo otoño, una vez que se hayan presentado las conclusiones del libro blanco, dado que hacer frente al envejecimiento de la población activa rural y la escasa dimensión media de las explotaciones son dos de las prioridades. La idea de los responsables de Agricultura es poner en marcha un programa interno complementario a las ayudas que para desarrollo rural y cohesión social va a recibir España a partir de la reforma de la Política Agraria Común (PAC). El trasvase de fondos para ese tipo de áreas supone la llegada al sector español de 1.346 millones de euros adicionales, que se unen a los cofinanciados por el Gobierno y superan los 1.920 millones de euros entre 2006 y 2013, un cincuenta por ciento mas que el montante de que se dispone en la actualidad para este tipo de políticas. Financiar y diversificar El acuerdo para la PAC alcanzado la semana pasada en Luxemburgo permite, por lo pronto, aumentar hasta 30.000 euros la ayuda directa para la instalación en el campo de jóvenes con algún proyecto agrario, y otros 30.000 para la financiación de los intereses que tenga que pagar por el endeudamiento contraído, cantidades que hasta ahora estaban en un máximo de 25.000 euros. El Gobierno propondrá aumentar más esas partidas, dependiendo de cada caso, con fondos públicos propios y aprovechando el amplio concepto de desarrollo rural que ofrece la UE para este fin. Arias Cañete ha advertido en ocasiones que la población rural no se ha perdido, sino que se ha mantenido en los últimos años, pero diversificando su actividad a otros ámbitos más allá de la pura explotación agraria. Apuesta por la agroindustria «El cultivo directo de las explotaciones requiere menos mano de obra porque está cada vez más mecanizado y con explotaciones más grandes -señaló el ministro--, pero paralelamente se están creado empleos en el medio rural en otras actividades que no son las tierras o el ganado, como la agroindustria, artesanía, turismo, etc., que atraen incluso a población de las grandes ciudades, y ese es uno de los flancos que debemos aprovechar ahora con el nuevo desarrollo rural». Para el titular de Agricultura, lo deseable sería que en los nuevos Presupuestos para 2004 ya se tuviesen en cuenta las líneas básicas de actuación y los posibles programas a poner en marcha, sobre la base de que los grandes retos del campo español para los próximos años son evitar el envejecimiento de la población, la mejora del tamaño medio de las explotaciones y la creación de una potente industria agroalimentaria.