Las cabras de Picos y Ancares no afectan al hábitat natural

El director general de Medio Natural, Mariano Torre, aseguró ayer en las Cortes que la introducción de cabra montés en Picos de Europa y en el parque natural de la sierra de Ancares, práctica que se lleva desarrollando desde el año 1991, no ha constituido perjuicio alguno para ninguna de las dos zonas, por cuanto la transformación del hábitat ha sido «muy leve». Además, en respuesta a una pregunta de la procuradora socialista Helena Caballero, Torre insistió en que en realidad no se trata de una introducción, sino de una «reintroducción» de una especie que ya existió en la zona y cuya desaparición no se debió a causas naturales, sino a la actuación del hombre. Precisamente por este motivo, el responsable regional de Medio Natural aseguró que no fue necesaria una evaluación de impacto ambiental previa. Además, Mariano Torre explicó que la Junta sí tuvo en cuenta estudios científicos antes de poner en marcha esta medida, como un informe del año 1983 del catedrático de Zoología de la Universidad de León, al tiempo que aseguró que en la Junta existen muchos expertos que han estado analizando y siguiendo la evolución de esta reintroducción de especies. Por su parte, la socialista Helena Caballero argumentó que la cabra montés no habita en estos dos parajes desde hace más de 150 años, por lo que su introducción debería haber contado previamente con un planificación específica que delimitara el número de animales que iban a ser llevados y sus posibles efectos sobre la fauna existente, en la que se incluyen especies en peligro de extinción. La procuradora socialista señaló que en la introducción de cabra montés se han llevado a cabo importantes modificaciones como la construcción de vallados, pistas de acceso y casetas de observación de la fauna. Por otro lado, la procuradora preguntó por las partidas económicas destinadas a esta actuación, ya que, según denunció, la Junta ha facilitado una información confusa al respecto.