La víctima acabó sobre un gran charco de sangre en el malecón

La víctima logró salir de la casa por su propio pie. Las paredes y escaleras que hay entre el primer piso y el portal tenían un rastro de sangre que evidenciaba su paso. El herido acabó tumbado sobre un charco de sangre en la avenida del Malecón de la localidad coruñesa de Santa Uxía de Ribeira, frente a la ría. Su compañera pedía socorro a gritos mientras acudía en su auxilio. Mientras la ambulancia llegaba, la mujer intentó, con los medios a su alcance, impedir que la sangre manase de una laringe con la tráquea acuchillada. Acabó llena de sangre, tanto que algunos ciudadanos pensaron que ella también estaba lesionada. Cualquier duda sobre su estado se despejó cuando la ambulancia sólo era ocupada por el hombre. Al parecer, todo sucedió muy rápido. Se oyeron los grios, apareció la ambulancia, la policía local y dos coches de la policía nacional, que se llevaron a los detenidos para tomarles declaración. La mancha de sangre en una zona tan concurrida de la ciudad, en pleno centro, suscitaba todo tipo de preguntas y comentarios entre los transeúntes. Ajenos a lo que pasaba a su alrededor y a los primeros rumores que ya empezaban a circular, los inspectores recogían del suelo los restos de ropa ensangrentados para ingroducirlos en las bolsas de las pruebas. El herido fue trasladado en un primer momento al hospital de Barbanza, en La Coruña, donde fue intervenido. Posteriormente, se le trasladó al Hospital Clínico de Santiago de Compostela, donde permanece ingreso en la uci y los médicos siguen pendientes de la evolución de sus heridas.