Universidad y Junta realizarán un estudio para prevenir inundaciones

«Se analizará el territorio de Castilla y León, la región más grande de Europa» JOAQUÍN RAMÍREZ Ingeniero de Montes Un estudio pionero en España, que se elaborará en Castilla y León, permitirá prevenir los efectos de las inundaciones y facilitará una herramienta efectiva a las administraciones para afrontar estos fenómenos, que son los que más daños producen en el ámbito mundial y que crecen por el cambio de clima. Este estudio, que lo elaborará un grupo de investigadores de la Universidad de León, será fruto de un convenio de colaboración suscrito ayer en León entre el director de la Agencia de Protección Civil, Luis Aznar, y el gerente de la Fundación General de la Universidad de León y de la Empresa, Antonio Alonso. Los resultados del análisis se irán aplicando al plan especial contra inundaciones, de acuerdo con lo que establece el Plan Territorial de Protección Civil (Plancal) aprobado en el 2003, que exige estudios previos antes de diseñar estas iniciativas, según explicó Aznar. Cuatro años de estudio Aunque el estudio no concluirá hasta dentro de cuatro años, los resultados que se vayan obteniendo se utilizarán para afrontar estos fenómenos, según Aznar, que explicó que la Junta aportará anualmente 103.500 euros para este trabajo. Por su parte, el ingeniero de Montes y profesor de hidrología de la universidad de León, Joaquín Ramírez explicó que «se trata de un estudio pionero en el país, en el que se analizará el territorio de Castilla y León, la región más amplia de Europa, con nueve millones de hectáreas». «Dentro de la Comunidad y del Estado, no estamos nadie exentos de que nos pueda ocurrir una inundación», adujo el profesor, que agregó además que «aquí en Castilla y León las inundaciones no tienen tanto impacto como el fuego, pero hay una diferencia y es que el azote del fuego, si no fuera por el factor humano, sería más fácil prevenirlo», puntualizó. El trabajo se centrará principalmente en las zonas urbanas, pero habrá que analizar también las cuencas de los ríos en su totalidad, puesto que «también hay que conocer cómo se comporta el agua en origen». Herramientas novedosas Para el trabajo de campo, se usarán herramientas novedosas de «teledetección y conocimiento a distancia al terreno», bien con imágenes vía satélite o con unos sensores denominados «Lida», que son unos «láser aerotransportados que nos permiten conocer las variaciones de altitud del terreno con una precisión casi milimétrica», concretó. Estos datos servirán para dar información sobre el riesgo de inundaciones y se incluirán en el plan especial sobre inundaciones.