Diario de León

| Reportaje | Tradición desde la infancia |

Los niños sonríen a San Froilán

Luis Gutiérrez, director del colegio público Camino del Norte, ubicado en Eras de Renueva, pretende fomentar la cultura en los niños combinando el juego y la tradición

Los niños de infantil ofrecieron cestos con productos típicos al patrón de la diócesis de León

Los niños de infantil ofrecieron cestos con productos típicos al patrón de la diócesis de León

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Patricia Rovirosa - león
León

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«Pretendemos acercar la cultura a los más pequeños, no se trata de hacer un acto por hacerlo», aseguró ayer el director del colegio público Camino del Norte, Luis Gutiérrez, tras celebrar un emotivo acto en homenaje a San Froilán durante la jornada escolar. Este centro, que cuenta con 225 alumnos de educación infantil y primaria, protagonizó ayer una magnífica puesta en escena de épocas de antaño para ensalzar la figura del patrón de la diócesis de León. «San Froilán es el arranque del curso escolar todos los años y además permite celebrar una jornada de puertas abiertas, una jornada festiva que acerca más a los padres de los alumnos a la escuela». Para celebrar este homenaje, todos los alumnos, -incluidos los de tres años-, han trabajado con la poesía desde el inicio del curso escolar y han memorizado pareados relativos al santo para recitarlos al unísono durante la tradicional ofrenda de productos típicos de León a San Froilán. A las 12.30 horas, el grupo de dulzainas y tamboriles del Ayuntamiento de León marcó el inició de la fiesta y los niños portaron cestos rebosantes de pimientos, uvas blancas y negras, nueces, huevos, garbanzos, manzanas y tomates, con el fin de depositarlos ante una pintura mural que han realizado los alumnos de segundo de infantil y la bandera de León. A pesar de que los profesores del centro se han empleado a fondo para acercar la figura del santo a los alumnos, todos escucharon atentamente la ya conocida pero curiosa leyenda que gira en torno a su singular figura de la mano de uno de sus compañeros. La representación de los pendones avellaneros mantuvo la expectación entre padres y alumnos cuando un joven recitó un poema a una moza por no haberla podido llevar a la romería y la ofreció avellanas para obtener su perdón. Para terminar los actos, el grupo Aguzo interpretó jotas y pasodobles típicos.

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