El gallego al que su ex novia acusa de violación cree ser «la víctima de un despecho»
El vecino de Santiago de Compostela acusado de violar a su ex novia en León y retenerla por tres días durante las navidades del 2004 declaró ayer que se siente víctima de una denuncia por despecho: «Yo solamente puedo decir que soy inocente» manifestó ante el juez, en el último turno de palabra de la sesión oral, que se celebró ayer en la Audiencia. El fiscal decidió mantener los doce años de prisión que solicita, la acusación particular pide 36 años de prisión y la defensa la libre absolución. Según el fiscal, el supuesto autor de los hechos, se encontró con la víctima en la localidad de Villestro, cercana a Santiago de Compostela la tarde de Nochebuena. Tras abordarla en su coche, la obligó a dirigirse a un monte cercano, donde se puso al volante. Se encaminaron hacia León, donde la madrugada del 25 de diciembre, penetró vaginalmente a la mujer en dos ocasiones, bajo amenazas de matar a sus hijos. Por la tarde del día de Navidad, se produjo una nueva penetración en idénticas circunstancias. Sin embargo, el día 27 de diciembre, siempre según el ministerio fiscal, la víctima logró pedir ayuda a un viandante, que alertó a la Policía Nacional. El procesado fue detenido junto a la mujer a la altura de la Virgen del Camino. Relación tormentosa El sospechoso declaró haberse encaminado a León tras abordar a la joven «porque quería buscar trabajo» aunque no especificó, a preguntas de la acusación particular qué tipo de empleo pretendía encontrar un día de Nochebuena. Reconoció que la relación amorosa había sido tormentosa. Manifestó haber recibido un mensaje de móvil en el que la víctima le pedía perdón por denunciarle y que quizá lo había hecho para justificar ante la persona con la que entonces convivía los tres días de ausencia. Recordó que a la vuelta de otro viaje similar a Madrid también había sido denunciado, pero que resultó absuelto y negó haber retenido ilegalmente a la mujer. La víctima insistió en que había sido violada, pese a que los peritos no encontraron indicios de agresión sexual en la exploración anatómica. «Me agarró por los pelos». La Policía Nacional considera creíble la tesis de la víctima: «Estaba muy angustiada, y cuando nos vio es como si se hubiera liberado».