Más de 250 ganaderos llevan adelante el plan de prevención de incendios

Más de 250 explotaciones ganaderas de León forman parte ya de en un plan de gestión integral de los terrenos boscosos destinados a pastos. De esta forma, colaboran de manera extraordinaria como agentes decisivos en la mejora de terrenos forestales y en la lucha contra los incendios. En la provincia leonesa se cuentan ya 10.000 hectáreas bajo esta forma de explotación sostenible, apoyada por incentivos y ayudas administrativas que superaron hasta el año pasado los dos millones de euros (2.069.299). El desarrollo de esta iniciativa se funda en un plan quinquenal, que se distribuye en tres fases según el tipo de trabajos que se llevan a cabo en torno a los terrenos en los montes en los que pastan las ganaderías extensivas. Medio Ambiente destaca, como beneficios para los ganaderos adscritos al proyecto, el incremento de la rentabilidad directa de los terrenos en una aplicación ganadera que es una apuesta definitiva por el modelo extensivo en la cría de ganado. Frente a las estadísticas que indican la quema de matorrales como origen de una parte considerable de los incendios forestales, la administración incentiva prácticas alternativas y eficaces para mejorar la productividad pastoral, sin peligro para fuegos. Contraprestaciones Anualmente, y una vez que los ganaderos acreditan el cumplimiento de los compromisos ambientales ante la administración, recibirán en forma de subvención un prima básica de 36 euros por cada hectárea de pastos y monte incluida en la actuación y una prima complementaria que puede llegar a 180 euros por hectárea beneficiada. Cuando las reses asentadas en las explotaciones sean de razas autóctonas, las ayudas se incrementarán, además, con otros 7 euros por hectárea. De acuerdo con los planes de actuación fijados para actuar con éxito en la prevención de incendios forestales y el sostenimiento del medio, a lo largo de los cinco años en los que se desarrolla la actividad silvopastoral se estableces hasta seis actuaciones diferenciadas: los cerramientos de superficies (facilitan la gestión del ganado y asegurar su presencia en zonas con alimento y protección); el desbroce del terreno y, en su caso, el abonado, para ganar mayor productividad; la construcción de caminos; el adehesamiento de zonas arboladas (para resguardo, alimento y ramoneo de las reses); el desbroce mecanizado (con el que se logra el aprovechamiento de superficies forestales que se habían convertido en improductivas, invadidas por el matorral , y que se devuelven a zona de pastos. Esta medida se considera la más efectiva entre las prevenciones tomadas contra el fuego); además, se acometen mejoras en la estructura de los pastizales, como la construcción de abrevaderos. La vinculación con este plan se localiza en las zonas de la montaña leonesa, donde hay municipios con hasta 15 explotaciones acogidas a esta práctica. Y, eso, a pesar de que el empeño de la administración por dar a conocer esta posibilidad entre los ganaderos leoneses ha sido menor que en otros puntos de la autonomía, donde ha abierto la vinculación con contratos más duraderos (hasta los diez años).