La Diputación construirá badenes en treinta pueblos con travesías peligrosas

La institución provincial pondrá en marcha en primavera una iniciativa de seguridad vial, que persigue reducir el índice de accidentes y situaciones de riesgo en travesías de cascos urbanos de la zona rural. Ante la petición constante de ayuntamientos y pedanías que desde hace meses recibe la Diputación para subsanar el peligro en estas vías, el área de Infraestructuras ha decidido actuar. Así, el responsable de este departamento, el diputado Ángel Calvo, explica que hasta el Palacio de los Guzmanes han llegado ya alrededor de cien peticiones, de las que en esta fase experimental serán atendidas una treintena. La actuación principal de la Diputación se centrará en estos casos en la construcción en las travesías de badenes de hormigón o aglomerado -el material aún no se ha decidido-, pintados de rojo y blanco o con otras tonalidades también destacadas. «Se trata de una medida de choque para dar respuesta ahora a los casos más urgentes y, si finalmente, la iniciativa cuaja entre los ayuntamientos, tendrá reflejo en próximos ejercicios en el correspondiente plan anual», precisa Calvo. Sobre todo, el objetivo de esta actuación tiene como fin evitar el exceso de velocidad en estas travesías de los cascos urbanos de la red provincial de carreteras, obligando a los conductores con estos badenes a aminorar la marcha y prestar atención a los peatones y otros vehículos menores que en ese momento puedan estar atravesando la vía. Atropellos, colisiones o choques con caídas de ciclistas o motocilistas en estas travesías han alertado a los ayuntamientos para reclamar ante la Diputación una solución a la alta velocidad que, sobre todo, turismos alcanzan en estas travesías. En este primer momento, resalta el diputado de Infraestructuras, aunque serán analizadas todas las peticiones, sólo serán atendidas aquellos casos que representen una mayor peligrosidad. También la Diputación tendrá todavía que decidir si realiza las obras para construir los badenes con sus propias brigadas o contrata los trabajos a una empresa externa. «La opinión de los alcaldes sobre el resultado de esta iniciativa será fundamental para que la institución provincial mantenga su desarrollo en susesivos ejercicios con un plan específico», afirma Calvo. La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, manifestó que desde el Ministerio que gestiona están «defendiendo que el cultivo de la remolacha es rentable y lo es, sobre todo, en Castilla y León», aunque señaló que la opción de cultivar «siempre será una decisión voluntaria». Espinosa explicó que «hasta ahora, la industria transformadora nos está transmitiendo que quiere seguir manteniendo las fábricas y, así, el cultivo se puede mantener».