De la teoría a la práctica

«Sobre el papel todo aguanta, pero la realida no es nada sencilla», comentan los empresarios leoneses a la hora de valorar las nuevas medidas laborales en las que se ha empeñado el Gobierno. En la teoría, los proyectos de conciliación de la vida familiar y laboral (no tanto los de igualdad de género) son más o menos compartidos por todos, aunque siempre hay matices. Pero los ideales se estrellan una y otra vez con la realidad. Ahora el Gobierno impone (a partir del mes de marzo, si los plazos se cumplen) una serie de medidas de obligado cumplimiento, que no admiten interpretaciones. Al menos no las admiten, de nuevo, en teoría. Los empresarios, especialmente los pequeños, se preguntan cómo afrontarán las nuevas responsabilidades sociales que les impone la normativa laboral. «La pérdida de competitividad en las pequeñas empresas será difícil de asumir», comentan. «Especialmente con un tejido empresarial donde prácticamente la totalidad de las sociedades tienen dos o tres trabajadores». La práctica, de nuevo, demuestra que a todo podemos adaptarnos. Los logros laborales nunca han sido fáciles, ni de conquistar ni de ajustar al día a día de las empresas. Pero al final han entrado a formar parte de la normalidad.