La familia de Sheila Barrero recurre a la ciudadanía para encontrar nuevas pistas

La familia de Sheila Barrero, la joven asesinada hace ahora tres años en el Alto de Cerredo, solicitó ayer de nuevo la colaboración ciudadana para tratar de recabar nuevas pistas a partir de una bufanda que se encontró en el vehículo que conducía la víctima en el momento del crimen, y que según el abogado que defiende sus interés en el caso «puede ser determinante para localizar a otras personas que podrían estar implicadas en el suceso». La familia considera que tiene que haber como mínimo un cómplice, aparte del único imputado en el asunto, un antiguo compañero sentimental de la joven, que fue detenido y puesto en libertad con cargos por falta de pruebas. La fallecida, una joven asturiana que trabajaba en un pub de Villablino, apareció muerta con un disparo en la parte posterior de la cabeza, en el trayecto hacia su domicilio en Degaña (Asturias). Los hechos ocurrieron en la madrugada del 25 de enero de 2004. Un escudo impreso En rueda de prensa celebrada en la mañana de ayer, se distribuyó entre los medios de comunicación la reproducción del escudo que tiene impreso la bufanda y ha habilitado un teléfono para que las personas que hayan podido haber visto una bufanda similar lo comuniquen. El abogado eludió, sin embargo, dar más datos al respecto y hacer públicas sus sospechas sobre si las personas a las que se pudiera relacionar con esa bufanda podrían pertenecer al entorno de Sheila o del sospechoso. La bufanda tiene un escudo, aunque se ha descartado prácticamente que pueda ser una simbología heráldica. En ella aparecen un toisón de oro, una flor y un libro abierto, según Europa Press. Los datos aportados indican, según la familia, que el sospechoso tuvo que participar en los hechos: «Ella no tenía problemas nunca con nadie, pero desde hacía un mes y medio, los tenía con este chico, y hay testigos de múltiples discusiones después de la ruptura». Teléfono para ofrecer nuevos datos (93) 323 21 48