Una profesora llamada naturaleza

La última palabra fue dominada por el silencio sepulcral que la acompañó. Y en él, sólo se sienten los recuerdos de aquellos bellos paisajes, dulces fuentes, sonoros trinos de los pájaros vespertinos que alegran la rosácea y azulada tarde de primavera. La frase final junto con una suave melodía se presentó en un momento crítico, aunque su anuncio fue sereno como el paso de las nubes por el cielo. Cientos de millones de briznas de polvo y sangre escucharon esta majestuosa y melancólica oración: «Mis venas no soportan la tristeza de mi corazón y vosotros, alumnos a los que he querido con la locura de mi alma, atacáis a mis libros con cuchillos de avaricia. El sendero de mi vida ha terminado aquí, entonces seréis guías de vosotros mismos ya que yo no estaré, sólo dejaré la hermosura de mi pasado, dos cuentos que reflejan mis consejos y enseñanzas». Algunos valientes y nobles jóvenes impregnados por el aroma de las rosas se lanzaron hacia esas historias, con el objetivo de descubrir el brillo que reside en ellas. Una manada de ciervos corre despavorida, la elegancia de sus cuernos vive en armonía con las alegres y débiles hojas de los árboles. Pero los hombres con sus escopetas de odio y balas de destrucción arrasan con la vida de los seres vivos, haciendo que choquen contra una marea de agua embravecida por el rencor. Mientras... Perico, el conejo travieso, entraba en la huerta del tío Gregorio y su colita espumosa como el algodón, se movía de un lado a otro hasta que una figura amenazante casi acaba con él. El hombre quería terminar con ese ser chispeante, de bigotes finos, nariz sonrosada y grandes orejonas, sin ningún motivo. El sonido de estas historias refleja el espíritu de aquella profesora serena como el aire, avispada como el viento, aunque despreciada y mal cuidada como ninguna. Enseñó a los duendes de nuestra mente cómo volar sin alas, soñar despierto, despegar en el vacío, creer en hadas, ... El tiempo corre entre los árboles, el agua, salta por las nubes y dentro de algunos años será demasiado tarde.