Quien siembra vientos...

Decía un ilustre personaje popular no hace mucho: «Este cuento no ha acabado» y parece que no andaba desencaminado o que algo sabía o presentía, que en esto de la política a veces vale más la intuición que la realidad. Claro que en el caso de este ilustre, además de intuición, hay mucho de sabiduría y él ya conocía y percibía lo que se estaba moviendo en el seno de su Partido Popular de León contra su presidenta Isabel Carrasco. Lo curioso de todo es que la operación contra Isabel Carrasco la están pergeñando los mismos que la auparon en su día a la presidencia del partido traicionando a Javier García-Prieto, su presidente entonces de la Diputación. Y mira que cenaron aquel día de Riello... Pero esto no ha hecho nada más que empezar. Primero, la lista alternativa para tratar incluso de que Isabel Carrasco no sea ni siquiera diputada por León, ese partido judicial lleno de cuneros, y el siguiente paso será desbancarla de la Presidencia del partido. «Es que tiene a todo el mundo encabronado», mascullaba ayer más de uno. Ya lo dice el refranero: «Quien siembra vientos... recoge tempestades» y Carrasco las va a recoger todas juntas, pero ¡ojo!, que nadie piense que van a tumbarla tan fácilmente. Nervios, nervios y más nervios. Eso es lo que hay en el PP de León. Unos están nerviosos por su futuro, otros por su pasado y otros por su presente. Están tan nerviosos que hasta Mario Amilivia le ofrece ya abiertamente la Alcaldía a Javier Chamorro. Como diría aquel: esto lo hacen sólo por fastidiar. ¿A quién? Al PSOE, a Francisco Fernández y a la UPL. Y es que por fastidiar algunos políticos han demostrado que son capaces de hacer cualquier cosa. Por ejemplo: Sabero, donde el PSOE le ha ganado al PP y a su ilustre -que éste también lo es o al menos va de ello- alcalde, pero necesita los votos de IU para gobernar. ¿Problema? Aparentemente ninguno, hasta que viene otro de IU, éste de Matallana de Torío, y le dice a los de Sabero que pacten con el PP. Tiene narices. Isabel Carrasco está casi a punto de probar la misma medicina que ella le aplicó a Javier García-Prieto y se la van a dar los mismos que, en su día, la auparon a la vez que traicionaban a este último