La Junta prevé tirar clorofacinona por 30.000 kilómetros de cunetas y acabar así con la plaga en 35 días

La Junta de Castilla y León cree que las medidas contra la plaga de topillos que tomarán durante las próximas cinco semanas, que incluyen de nuevo la distribución del veneno denominado clorofacinona por las cunetas de más de 30.000 kilómetros de caminos y veredas, la erradicarán en el 95 por ciento. Así lo previó la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, quien compareció en rueda de prensa después de presentar a los representantes de las organizaciones agrarias y a los ecologistas la estrategia que seguirá la Junta en las próximas semanas, que en su opinión «intensifica y da un carácter integral al plan de actuaciones». Entre las medidas anunciadas destaca la contratación de 55 técnicos, especialistas en agronomía y veterinaria, que se encargarán de dirigir y coordinar la aplicación del veneno facilitado a los agricultores por parte de la Junta para que lo usen de forma controlada y tasada, para evitar efectos negativos del producto sobre otros animales que no sean los topillos. De este modo, la Junta de Castilla y León volverá a usar clorofacinona, el veneno cuya utilización motivó la denuncia de los grupos ecologistas contra los anteriores consejeros de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, y Agricultura y Ganadería, José Valín por autorizar su uso en marzo pasado en la provincia de Palencia, de donde surgió el primer foco de la actual plaga. Silvia Clemente insistió en que la colaboración de los agricultores para acabar con la plaga es «fundamental».