Trovadores y juglares cautivan a los leoneses

Pasear por el casco histórico de la ciudad durante estos días significa retroceder unos siglos y volver a la Edad Media. Juglares, trovadores y caballeros se pasean, acechando a los transeúntes con sus líricas y fábulas. Desde Santo Martino hasta la Diputación, pasando por San Isidoro, la calle Sacramento y el Parque del Cid se puede disfrutar del té Mil y una noches, con todos los aromas de Oriente, o de la bebida de los dioses, el Shiva tea. Las esencias inundan el recorrido del mercado, por el que se pueden encontrar todo tipo de amuletos y remedios caseros. Al fondo, la Crepería Bretona ofrece crepe dulces y salados y un poco más atrás, Isabel enseña sus juguetes de madera, como los de antes. El Mercado Medieval presenta «lo mejor de cada casa», según Fabiola Andrés, de la empresa de espectáculos Marcos Valbuena, que aseguró que cada uno de los 125 comercios que participan han pasado exigentes pruebas. Con preferencia a los comercios de la provincia, el mercado aglutina una amplia representación de todo el país, además de artesanos europeos y latinoamericanos. Para algunos de ellos, la asistencia de a las diferentes exposiciones medievales es una filosofía de vida, recorriendo la geografía española durante todo el año. Mientras que para otros son formas esporádicas de presentar sus productos. La magia envuelve el Parque del Cid con El Jardín Encantado, un espacio dirigido a los más pequeños con talleres, juegos y títeres, donde la imaginación no tiene límites.