Volver a utilizar

El reciclaje es una palabra que significa volver a utilizar cosas o partes de las cosas ya utilizadas y convertidas en otras cosas nuevas. Por ejemplo, reciclar un ordenador significa que sus partes o las materias primas que forman sus componentes vuelven a emplearse en la industria de fabricación o montaje para hacer otros productos que pueden volver a convertirse en piezas de un ordenador nuevo o en otros productos. Al proceso necesario para disponer de esas partes o elementos, y prepararlos para su nueva utilización, se le conoce como reciclado y empieza cuando los consumidores separamos los envases de los productos del resto de la basura y los depositamos en diferentes contenedores. Existen varios tipos de contenedores de reciclaje, con diferentes colores para cada tipo de basuras. Otros productos como las pilas, aceites, metales, ordenadores, electrodomésticos¿ también son reciclables y algunos tienen contenedores especiales, como por ejemplo las pilas. En muchos Ayuntamientos, como por ejemplo el de Ponferrada, existen los llamados puntos limpios. Yo he ido muchas veces con mis padres a dejar cosas en el punto limpio móvil que es un camión especial, con muchos compartimentos donde podemos dejar las cosas que ya no nos sirven y que está en varios sitios de la ciudad, según el día que sea. Me parece muy importante reciclar, porque si no muchos ecosistemas como por ejemplo el río, la montaña, los mares, etc. estarían contaminados. Esto se debe a que las personas acumulamos basura y por culpa de esto generamos mucha suciedad que a veces acaba en el río, como yo he visto en el río Sil debajo del castillo, donde he encontrado carritos de la compra, una puerta de un coche, animales muertos y muchos excrementos en las orillas. Esto hace muy feo al paisaje y además es poco higiénico, pero sobre todo los que peor lo pasan son los peces y los patos que habitan en el río. Además, para producir papel hay que cortar muchos millones de árboles, eso provoca la deforestación que tiene muchas consecuencias malas, como por ejemplo las inundaciones, porque los árboles de los bosques retienen el agua cuando llueve mucho, pero si no hay árboles el agua baja a torrentes y lo arrasa todo. Los aceites también contaminan mucho, sobre todo los de los coches y el petróleo. Así pasó por ejemplo en Galicia, donde se hundió un barco lleno de petróleo y ensució todo el medio ambiente y murieron miles de peces y otros animales. Por eso es importante guardar el aceite que ya no vale y otros productos peligrosos, para convertirlos otra vez en nuevos y volverlos a usar sin peligro.