«El PSOE soy yo»

La vida política, más allá de la tranquilidad aparente, anda un tanto revuelta en Villaquilambre, más concretamente en el PSOE de Villaquilambre, donde un día un prohombre, al que no conocían ni en su casa -bueno sí, en su casa le conocen y le dirigen-, fue colocado como candidato a la alcaldía. Ese día, o un poquito después, se creyó el rey de reyes, el grande entre los grandes y acuñó, parafraseando al Rey Sol, la frase: «El PSOE soy yo...», y el que venga detrás que arrée, le faltó añadir. Anda tan crecido Viñuela de Celis, que hace lo que le viene en gana en el Ayuntamiento, sin que ni el alcalde ni su partido, el que lo presentó como candidato, pueda deternerlo. Ahora doy clases de judo porque me viene en gana y le quito el empleo a un monitor, ahora decido en nombre del PSOE la estrategia a seguir en cuestiones trascendentales o, como sucedió recientemente, ahora le digo a otro monitor de deportes que va a dejar de ejercer su empleo, porque no hace lo que el Rey Sol, perdón Viñuela de Celis, le ordena. A De Celis se le han subido los efluvios del poder a la cabeza y responde a todo lo que le reclama su partido con un: «Bastante hice ya con presentarme y poner la cara en los carteles». Y tiene razón. De Celis no buscó ser el número uno de la lista del PSOE en el tercer municipio del alfoz, pero alguien -¿el propio partido, tal vez?- debería haberle dejado claro que él no era más que una imagen necesaria, ya que al no estar afiliado se evitaba la asamblea de la local y el más que posible boicot de los hoy Civiqus, y que las decisiones importantes y de partido y, sobre todo, cómo gobernar el tripartido, las toman otros u otras, sobre todo porque él no sabe y sólo busca su beneficio personal.