Diario de León

El acusado se proclama inocente y denuncia que las pruebas han sido «manipuladas»

La Fiscalía pide una justicia «severa» y «sin caridad» para Pedro Jiménez

La acusación considera el doble crimen «un ataque salvaje» cometido por un «depredador»

Pedro Jiménez es custodiado por dos Mossos d'Esquadra en el juicio celebrado ayer | Andreu Dalmau

Pedro Jiménez es custodiado por dos Mossos d'Esquadra en el juicio celebrado ayer | Andreu Dalmau

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efe | barcelona

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La fiscal Ana Gil reclamó ayer, en el juicio por el doble asesinato de las policías leonesas Aurora Rodríguez y Silvia Nogaleda, cometido el 5 de octubre del 2004 en L`Hospitalet (Barcelona) y que ha quedado visto para sentencia, justicia «severa», «sin caridad», con la «aplicación rigurosa y tajante» del Código Penal para que Pedro Jiménez, el autor de este crimen, «uno de los peores que se han visto», no salga más de la prisión, porque representa un peligro para la sociedad. El Ministerio Público calificó a Jiménez como «un depredador» que propinó a las jóvenes un «ataque salvaje», ejecutado «de forma inhumana». En ese mismo sentido se expresó el otro letrado de la acusación, David del Castillo -que representa a la Asociación Clara Campoamor-, quién se refirió a la «avalancha de pruebas» que ponen de relieve que Jiménez es «un mentiroso» al que «le gustan los actos que hace» y que «no debe estar en libertad en ningún momento». Sin embargo, el abogado de la defensa, Alejandro Calvo, pidió la absolución porque, según la versión de su defendido, fueron otras personas las que cometieron el crimen y luego le incriminaron, ya que, en su opinión, resulta difícil que una persona de la estatura de Jiménez (1,57 metros) pudiera doblegar a las dos víctimas. Luego, no obstante, el letrado pidió «clemencia» y recordó que Jiménez padece una «psicopatía de tal entidad que, si es condenado, le debería eximir de culpabilidad». Tras la orden del juez de despejar la sala al término de la sesión, la hermana de una de las fallecidas ha deseado al procesado «la misma muerte» que presuntamente les dio a las dos jóvenes policías. Se declara inocente El acusado de violar y asesinar a dos policías leonesas, Pedro Jiménez, reiteró su inocencia al declarar, en su último turno de palabra, que no había participado «de manera activa ni pasiva en los hechos» y denunció que las pruebas que le incriminan directamente han sido manipuladas, aunque no sabe «por parte de quién». Antes de finalizar la vista, el presunto asesino puso en duda que uno de los pelos encontrados en uno de los cadáveres que se le ha atribuido a él sea suyo. El pelo es sólo una de las muchas pruebas expuestas durante los cuatro días de juicio que señalan directamente a Jiménez como autor del crimen, entre las que hay también huellas dactilares, pisadas, restos de semen, objetos sustraídos a las víctimas que tenía en su posesión el acusado y grabaciones en las que aparece en las inmediaciones del piso de Bellvitge antes y después del crimen. Las tres partes acusatorias criticaron a Jiménez por «seguir maltratando» a las víctimas después de muertas, al «inventarse» una coartada que implica a las asesinadas en una supuesta trama de narcotráfico.

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