La búsqueda del bar sin humo

Opinión | V. BURGUETE

Hace apenas dos meses los médicos de familias aseguraban que el tabaquismo sólo se erradicaría con una legislación más dura que impidiera fumar en todos los lugares públicos. Poco después, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria apuntaba la necesidad de ampliar la legislación actual, al mismo tiempo que la Asociación Española Contra el Cáncer aprobaba la iniciativa como medio para dejar el tabaco.

Razones no les faltan. Desde el punto de vista sanitario y laboral, la legislación vigente se queda muy corta, ya que no protege ni a los trabajadores de la hostelería ni a las personas que acuden al bar y aceptan -”qué remedio-” inhalar el humo del vecino.

Resignación, ya que frente a los que argumentan «si le molesta, váyase a otro bar donde no se fume», a uno sólo le cabe preguntar «¿le importaría indicarme dónde hay uno?».

Únicamente 40.000 de los 350.000 locales de hostelería en España son completamente libres de humo o están compartimentados.

Lo cierto es que aunque la Ley Antitabaco es una norma estatal, su regulación depende de cada comunidad autónoma. Y ésto es lo que reclaman los hosteleros a favor, una ley para todas las comunidades y absoluta.

Aquellos locales que realizaron reformas y que todavía no las han amortizado, se les debería compensar, como abogó Ramón Estrella desde la Confederación Española de Hoteles.

Así, se limarían asperezas y los bares llenos de humo pasarían a ser ceniza.