REPORTAJE | ROBERTO MERINO | LOS HELADOS SON PARA EL VERANO
Helados, sólo en el nombre
Las altas temperaturas de los últimos días disparan la venta de polos, sorbetes y demás productos habituales en las heladerías de la capital
Pese a la gran variedad de sabores ofrecida, los clientes se decantan por los más clásicos.
El consumo de estos dulces artesanales se dispara durante los meses de julio y agosto. Los heladeros afirman que este producto se resiente menos ante la crisis y más ante la falta de calor. Su consumo en León se mantiene con una ligera tendencia al alza. Los sabores clásicos se imponen frente a los nuevos gustos.
Llega el verano y con él se despierta la gula: cucurucho con una gran bola de helado para aliviar los calores que este julio provoca.
En la plaza de Santo Domingo se encuentra El Valenciano , heladería tradicional que ofrece a sus clientes unos 30 sabores diferentes. Milena y Esther comentan que, pese a las nuevas combinaciones, los gustos clásicos se siguen imponiendo. Helado de nata y chocolate, de fresa o de vainilla mantienen su hegemonía frente a una nueva oleada de sabores extraños. Se llaman «crunch», «gominola», «nube» (¿A qué saben las nubes?) y captan la atención de los más pequeños, que apuntan con sus dedos en las vitrinas de cristal mientras sus padres les dicen que después de comer les comprarán el deseado dulce.
Eso mismo comenta Yánida, la vendedora del carrito de los Helados Coladilla en la calle Ancha, frente al edificio de Botines, que la gente consume más por la tarde, de postre. Eso y que no hay distinciones entre jóvenes y mayores. Todos consumen: turistas, peregrinos y aborígenes se rinden ante las delicias de un buen helado. De fresa y nata.
Puede sonar extraño pedir un helado de «miel con yogur a las mil flores», pero en la Heladería Albany de la calle República Argentina, Patricia señala que es una de las novedades de la presente campaña, aunque la gente se está decantando por «rocher» una variedad de los conocidos bombones y, sobre todo, por el fichaje estrella «yogur sin azúcar».
El presidente de la asociación de heladeros, Gustavo de la Fuente, señala que las ventas de helados se mantienen estables, con una tendencia al alza. Y es que se trata de un productor de temporada, y cuando llega el calor «la gente no se quita de comer un heladito», afirma Gustavo.
Hay 20 heladeros tradicionales en la provincia, las novedades vienen desde Italia y de la pericia creativa del heladero.
Desde finales de mayo hasta la llegada del otoño, un helado ante la crisis. Que aproveche.