A buenas horas
Carta te escribo Martín Martínez
Querido hermano: Ahora que le echen un galgo al desastre. Con otras dos operaciones tan mal gestionadas por Gersul y Legio VII se colmata absolutamente el vaso del Centro de Tratamiento de Residuos y las reclamaciones al maestro armero. No nos vale la disculpa de algunos: que yo me lo encontré, entonces gobernaban otros, yo no era alcalde... No, nos vale, porque todos, desde los diputados provinciales con su presidenta al frente, al último alcalde del municipio más alejado sabían que estaban manipulando una bomba que no era de efecto retardado, que estallaría más pronto que tarde. Pero hay dietas en cada reunión.
Ese estallido lo pronosticaron más de cuatro antes de construirse porque todos los organismos, provinciales y autonómicos, compitieron en cometer las mayores irregularidades, varias de ellas aún sin sustanciar después de los años. Todos miraban para otro lado, y si algún alcaldín se desmandaba le torcían el cuello, por no retorcérselo totalmente. Y así salió, hermano, el engendro..
Aquello que según Amilivia podía instalarse en pleno centro de una ciudad, es ahora un macrobasurero en el que las cigüeñas, cuervos de mal agüero, grajos de vuelo bajo y aves rapaces tiene su particular paraíso; las vulpejas se cuelan y procrean en el mismo con su inmensa laguna en la que se mezclan las aguas llovedizas con los lexiviados. Aguas y lexiviados que, de vez en cuando, forman un pestilente riachuelo embocando el valle de Calzada. Pobre nuestro valle, escribió Pancho Purroy algún día.
Lo malo, querido, lo peor puede estar por venir; si no hay arreglo entre la empresa y los trabajadores, iniciada la primavera se organizará la de Dios es Cristo y tendremos una Semana Santa de Pasión sin Pascua Florida.
Mas no te apures, que esto nos lo arreglan en un periquete los ecologistas; debe ser por el cambio climático de las nevadas que han rebullido. A buenas horas mangas verdes. De esos grupos, tan abundantes y activos, nunca se supo mientras se fraguaba el crimen ecológico del basurero; nadie dijo ni chus ni mus. Es más, dejaron tirada a la activa Asociación Órbigo-Tuerto, cuando ésta denunciaba las tropelías de la Diputación Provincial comandada por el Empecinado, y actuando de escudero fiel y mayor valedor don Cipriano Elías, conocido por Pano, hoy amusgadín en su sillón provincial. ¡Qué listo salió el «jodío»¡ La Diputación, con la anuencia y apoyo de la Junta, ambas a dos, llenaron el valle de Portugal de irregularidades, tan grandes como las que ahora permiten a la empresa adjudicataria.
Y mira tú, hermano; después de los años salen a la palestra los ecologistas; los «Ecologistas en Acción». Recuerdo que, cuando aquel tumultuoso proceso celebraron una reunión en Astorga en la que nada se habló del caso; requerida su opinión se abstuvieron; estaban de acuerdo -”todos lo hemos estado-” con la necesidad de un CTR y supongo que también con las irregularidades cometidas. Aseguraron, entonces, que ellos vigilarían por el fiel cumplimiento de algo que era ilegal. No han podido hacerlo mejor. El estampido de la bomba debió despertarles, porque rebullen; van a pedir documentación sobre la gestión de los residuos y del CTR a Gersul. Y Nolete que siempre anda pinchando el globo se preguntaba ante su chato de tinto. ¿Por qué han estado calladitos todos estos años, sabiendo lo que sucedía, acaso mejor que nadie, si es que vigilaban? Porque todos los sabíamos y muchos lo han denunciado. ¿Es que piensan sacar algún provecho de este río que baja con las aguas más turbias que las del gran deshielo? Bueno los otros grupos, ni siquiera se han inmutado. A buenas horas.