El juzgado se trasladó sin papeles

A la espera de conocerse la decisión que, sobre el Juzgado de Alija, tomó ayer la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, cabe reseñar que éste se trasladó por orden del alcalde de la casa consistorial a un local alquilado por el Ayuntamiento sin la documentación con la que trabaja, lo que motivó un continuo trasiego de juez de paz y empleados municipales con los pliegos necesarios para la gestión, entre otros, del Registro Civil.

El alcalde, Luis Panero, de la UPL; informó al juez de paz, Victoriano Villar, del cambio de sede de la institución judicial en un escrito fechado el 25 de noviembre. La medida entraría en vigor el día 30 y se debía a «razones internas de gestión municipal». Además, se advertía de que los archivos municipales continuarían albergando «por motivos de seguridad los libros de registro, etcétera» y que éstos «le serán facilitados y retornados cuando los solicite -el juez de paz, se entiende- únicamente por el funcionario municipal que designe esta alcaldía».

Las idas y venidas. La medida dio lugar a un trasiego de personal con legajos, en especial del Registro Civil, que se pedían desde la sede del Juzgado de Paz al Ayuntamiento para luego regresar a éste. Por otra parte, algunos trámites que se solucionaban con una sola visita al Juzgado de Paz se encontraron con el «vuelva usted mañana» que se atribuye a la Administración ante la necesidad de trasladar los documentos. Tanto fue así que la semana pasada el juez de paz remitió un escrito al Ayuntamiento, en concreto al funcionario designado para el traslado de la documentación, en el que se establece un sistema de traslado de documentos encaminado a garantizar la «privacidad y seguridad» de los documentos y libros en su traslado y se advierte además que el juez «considera que ningún obrero del Ayuntamiento está capacitado para dicha función», de manera que sea el funcionario de carrera el que la lleve a cabo, estableciendo, según su conveniencia, el día y la hora que estime convenientes siempre que lo comunique al juez con anterioridad.

En otro orden de cosas, los asistentes a un juicio de faltas que debía haberse celebrado el 18 de enero respaldaron con su firma la suspensión en la sede judicial del municipio «por mal acondicionamiento higiénico, de seguridad, falto de todo tipo de material de oficina...» En total, cinco personas respaldan con su firma la decisión del juez de paz.

Al día siguiente de la suspensión del juicio es cuando el titular redacta el aviso en el que anuncia que no se realizarán en Alija del Infantado nuevos actos jurídicos.