Valín señala que las balsas son la opción menos costosa para regular el Órbigo

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), José Valín, informó ayer a los alcaldes de Carrizo, José Luis Martínez Matilla, y Cimanes del Tejar, Genaro Martínez, del proyecto de construcción de las balsas de regulación del Río Órbigo, que el organismo de cuenca quiere construir en los parejas de La Rial y Los Morales. Al encuentro también asistieron los pedáneos de Velilla de la Reina, María del Mar Huerga; La Milla del Río, Gabriel González; Huerga del Río, María Ángeles Pérez, y el vicepresidente de la Junta Vecinal de Carrizo, José Antonio González. Tras una reunión de casi tres horas, los pueblos insisten en su no a los pantanos y la CHD anunció que no cejará en su empeño.

Valín intentó aclarar las dudas que han surgido en torno al proyecto, entre estas, la ubicación elegida. Se trata de «la opción más barata en su conjunto, tanto por el coste de las obras como por los costes de bombeo», matizó. Por otra parte, «esta solución es la que menos espacio ocupa de todas las estudiadas, que no afecta a ninguna vivienda y que cogería la menor superficie agraria». También se mostró favorable a reparar el canal de Carrizo y el de Velilla, que «tendrán que estar en buenas condiciones al incrementar su uso».

Además, aseguró que las balsas no afectarán al lúpulo, como temen parte de los vecinos. «Tenemos informes que dicen que los embalses no provocarían un significativo aumento de las nieblas o los niveles de humedad. En Alemania o Inglaterra, que poseen 30 veces más superficie que el Órbigo de lúpulo, la humedad y las nieblas son mucho más intensas y siguen cultivando», expresó.

El presidente de la CHD rechazó que el agua embalsada vaya a solucionar la sed del Páramo Bajo, como se ha dicho, puesto que, según recordó, se abastece del Esla gracias a la estación de Villalobar. «Las balsas se construirían para atender las demandas del Órbigo, que tiene insuficiencia clara en la alimentación de sus regadíos y en su canal ecológico, que se beneficiaría al igual que el de los arroyos especialmente en verano», matizó.

También explicó que los costes de las infraestructuras se pagarían entre los regantes en el plazo de 50 años e insistió en otras tres «grandes» ventajas que reportarían las balsas para la zona. Una, «proteger de las avenidas al tener más resguardo en el pantano de Luna», otra, la creación de puestos de trabajo para mantener las presas y la estación de bombeo, que cifró entre 3 y 6 personas; y una tercera para los ayuntamientos, que ingresarían entre 75.000 y 125.000 euros de IBI cada año.

Valín, que calificó de «muy positivo» el encuentro, se comprometió a facilitar datos a los alcaldes en cuanto se pusiera en marcha la información pública del proyecto para que presentaran alegaciones. Actualmente, La Rial y Los Morales están incluidos dentro del Plan Hidrológico del Duero que aprobó el Consejo Nacional del Agua y que aún debe recibir el visto bueno del Gobierno.

El proyecto debe superar el impacto ambiental, del que se encarga un organismo ajeno a la CHD. En el documento técnico previo se incorporarán los aspectos económicos y sociales, además de los medioambientales que puedan verse afectados. Si la declaración es positiva, tras el periodo de alegaciones y exposición pública, se efectuaría el proyecto de detalle y luego, podrían comenzar las obras, no antes del 2015 o 2016, según calcula.