LOS FRENTES DEL SECTOR MINERO. DEL EMPLEO A LOS JUZGADOS
La plantilla de la Vasco vuelve a los tajos el lunes después de tres meses de ERE
La empresa retoma la actividad con la confianza de que las eléctricas cumplan.
Los 470 trabajadores que forman la plantilla directa de la Hullera Vasco Leonesa volverán a los tajos el próximo lunes, tres meses después de que la totalidad de los trabajadores pasaran a situación de paro al verser forzada la empresa a solicitar un expediente de suspensión temporal de empleo por el impago de las ayudas del 2012 y, sobre todo, el retraso del Gobierno primero en publicar la resolución que fija las cantidades y precios acogidas a incentivo, y negarse después las eléctricas a asumir las condiciones que se imponían en él.
La dirección de la compañía minera comunicó ayer a los representantes de los trabajadores la decisión de intentar retomar la normalidad, después de que el Gobierno abonase finalmente las ayudas del año pasado, que iniciamente fueron denegadas; y sobre todo después de que los tribunales despejasen un panorama que parece que, ahora sí, no deja más salida a las eléctricas que cumplir el compromiso al que están obligadas de compra de carbón.
Las contratas
Una vuelta a normalidad que se irá aplicando también paulatinamente a las contratas que desarrollan sus tareas para la Hullera Vasco Leonesa, y cuya actividad se vio también paralizada por el bloqueo absoluto en los ingresos de la sociedad.
En las últimas semanas la Vasco ha ido atendiendo «suminstros puntuales» a las tres centrales térmicas con las que tiene compromisos de venta, aunque no se ha aplicado la resolución del real decreto de restricciones por garantía de suministro correspondiente a este año.
De hecho, ni siquiera la resolución de la Secretaría de Estado de Energía que obliga a las eléctricas a realizar compras mensuales del carbón pactado ha conseguido que una cierta normalidad vuelva al sector.
En la práctica, el escenario en el que se movían las empresas mineras en sus relaciones con las eléctricas concluyó el 31 de diciembre, y desde entonces la actividad, y con ella la facturación, está paralizada. Han sido cinco meses de falta de ventas, es decir, sin ingresos, que en la práctica han llevado a la compañía a declarar el preconcurso de acreedores, y a ver disparada su deuda tanto el año pasado como en el primer trimestre del ejercicio actual.
Aunque todavía no se han firmado los contratos que obligarán a las grandes compañías eléctricas a regularizar la compra de carbón a la Hullera Vasco Leonesa (una situación que afecta también al resto de las sociedades mineras), el hecho de que el entramado judicial de solicitud de cautelares y recursos se vaya despejando deja cada vez menos margen a la aplicación práctica del marco de compras y facturación.
Normalización
Una normalización que de momento no se traducirá en el caso de la Vasco en el levantamiento del preconcurso de acreedores, que se encuentra todavía en plazo y que los responsables de la histórica compañía minera leonesa aprovechan para renegociar con sus acreedores y fuentes financieras.
La sociedad acaba de cobrar este mismo mes los 15,5 millones de euros que le corresponden (tras el drástico recorte del año pasado) de las ayudas al funcionamiento del 2012, lo que le ha permitido avalar ante las entidades financieras los créditos para reorganizar sus cuentas.