valdesogo de arriba
La moción de censura del día 31 divide a una localidad de tan sólo trece familias
La división se acentuó tras denunciar la pedánea a un vecino por insultos y vejaciones.
Valdesogo de Arriba es una pequeña localidad de Villaturiel con 37 vecinos censados.
Los vecinos de Valdesogo de Arriba, un pequeño pueblo situado a nueve kilómetros de León capital donde residen trece familias, están llamados el próximo día 31 a votar una moción de censura contra la pedánea, María Isabel Espinosa (PP). La actual presidenta de la junta vecinal «fue convencida» hace dos años para que se presentara al cargo, ante la ausencia de candidatos, y resultó electa por mayoría, según reconocen favorables y detractores de su gestión.
Poco después, parte de los residentes se sintieron ofendidos, según dicen, porque las decisiones sobre los recibos del agua y sobre otras cuestiones de funcionamiento local «las adoptaba en solitario, sin contar con nosotros, cuando al ser tan pocos, cualquier asunto se podría consultar con todos llamando casa por casa, que se tarda un minuto», asegura Miguel Lorenzana, un comercial de 40 años que se postula como nuevo pedáneo.
A su juicio, Valdesogo, por su tamaño, es casi «como una comunidad de vecinos, y hasta ahora cualquier cambio o novedad se hacía teniendo en cuenta a los habitantes». Esa ha sido la chispa, según explica, de la moción que ha dividido al pueblo y de la tensión entre dos bandos difícil de digerir en un espacio tan reducido.
La pretensión de Lorenzana, que se define como apolítico, «es que se apacigüen los ánimos, porque hasta las personas que la votaron le han dado ahora la espalda y a ellas se han sumado otra decena de descontentos. También aspiro a que se vuelvan a adoptar las decisiones de forma consensuada entre todos para evitar los bandos o las venganzas».
Para Espinosa, la presentación de la moción de censura «no obedece a que se hayan hecho las cosas mal, sino a una persona que no se sale con la suya respecto a la gestión del agua, que no quiso pagar, y que ha ido soliviantando al resto». Esa persona, marido de una antigua vocal de la junta vecinal que impulsó los Estatutos del Agua, escribió presuntamente una carta con descalificaciones y acusaciones hacia la pedánea que acabó el pasado día 2 en un juicio de faltas por insultos y vejaciones. La alcaldesa renunció a una indemnización y retiró al denuncia a cambio de que se retractara, pero asegura que los ataques verbales han continuado. Además, interpreta que el regalo de hortalizas que efectuó ese hombre a muchos vecinos hace quince días perseguía «buscar apoyos a la moción. A Jesús le vendieron por unas monedas, y aquí por un tomate», manifiesta.
Es la primera vez que se produce una situación de crispación vecinal de este tipo en periodo democrático en Villaturiel, el municipio al que pertenece Valdesogo. El jueves podrán votar 33 de los 37 censados.