El Plan del Carbón repartió 31 millones entre 53 empresas para generar empleo
La partida corresponde a las convocatorias 2010-2011 para reactivar las cuencas.
El Ministerio de Industria, Energía y Turismo publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado la resolución en la que se recoge el balance de ayudas repartidas a las empresas para llevar a cabo sus proyectos con los que crear empleo en las cuencas mineras durante el periodo 2010-2011.
Las 53 empresas de la provincia de León que recibieron ayudas, de las 560 beneficiarias a nivel nacional, se repartieron más de 31,3 millones de euros de los 94,8 consignados a nivel nacional, con los que desarrollar estrategias de empleo en aquellas zonas afectadas por las reestructuración minera.
El grueso de estos pagos se formalizó del 2010 al 2013, aunque muchas empresas están pendientes de asignación en el próximo año 2014.
La empresa leonesa que contó con una mayor dotación fue Ingeniería de Planificación y Desarrollo Agrario, con sede en Ponferrada, que recibió 2,9 millones. Microeólica del Bierzo percibió 2,6 millones para sus proyectos de generación del empleo, mientras que Residencial Gordón, en Villaquilambre, se benefició de 1,6 millones de euros.
Estas ayudas tienen como objetivo promover la localización de proyectos de inversión empresarial en las zonas de la minería y su entorno, con el fin de generar actividades económicas alternativas al carbón con la consiguiente generación de nuevos puestos de trabajo.
El reparto de estas ayudas es el último que se realizó bajo el amparo del anterior Plan del Carbón previsto para el 2006-2012. En este último ejercicio no se convocaron estas ayudas, igual que en el 2013, año de balance de las ayudas concedidas y de la negociación de las condiciones del nuevo Plan del Carbón 2013-2018 en el que se prevé el reparto de 150 millones entre las empresas para que desarrollen proyectos con los que reestructurar las cuencas mineras.
Las comarcas mineras han sido históricamente un monocultivo del carbón, lo que unido a otros factores como la existencia de una población muy dispersa, carencia de infraestructuras y cierto deterioro medioambiental, han dificultado la articulación del territorio e implantación de alternativas.
Para solucionar estos desequilibrios se crearon diversos planes de reestructuración y modernización de la minería, con importantes cantidades de dinero destinados al desarrollo de las infraestructuras básicas con las que paliar las carencias de estas zonas, objetivo que no se la logrado del todo. Por eso se considera prioritario incentivar la creación de empleo en las comarcas y en los municipios mineros para aliviar las consecuencias sociales y regionales del cierre de las minas.