Diario de León

rabanal de arriba

El oso falleció de una hepatitis vírica contagiosa propia de Estados Unidos

La trasmisión pudo deberse a perros no vacunados o lobos, según la necropsia.

Tras el hallazgo se puso en marcha el protocolo coordinado por Medio Ambiente, el Seprona y la FOP.

Tras el hallazgo se puso en marcha el protocolo coordinado por Medio Ambiente, el Seprona y la FOP.

Publicado por
maría carnero | león
León

Creado:

Actualizado:

El informe remitido por la Facultad Veterinaria de León a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta concluye que el oso que apareció muerto el pasado 15 de junio a la orilla de un arroyo, en la localidad lacianiega de Rabanal de Arriba, falleció por causas naturales. De esta manera, y con los resultados de la necropsia en la mano, el jefe de Espacios Naturales de la Junta, Ignacio Molina, descarta cualquier tipo de muerte accidental o el envenenamiento como las causas del óbito.

El catedrático de Histotogía y Anatomía Patológica, Juan Francisco García Marín, concluye en su informe que el diagnóstico final de la muerte del oso pardo fue una hepatitis vírica aguda producida por Adenovirus canino tipo I. Esta patología ha sido diagnosticada en Estados Unidos en oso pardo y oso negro y en osos en cautividad o salvajes restringidos en espacios pequeños con densidades de más de 150 osos por kilómetro cuadrado. Según la necropsia, «el contagio podría ser debido a la presencia de perros infectados portadores, generalmente no vacunados, así como a otros cánidos como lobos» y afirma que «la presencia de osos portadores y posibles contaminantes no ha sido estudiada». La eliminación del virus, que se contagia por vía orofaríngea, se realiza durante meses por la orina y heces, contaminando objetos y alimentos.

Ignacio Molina aseguró que «aunque se trata de una infección infrecuente, ya que tan solo se conocen casos en Estados Unidos, no es imposible». El jefe de Espacios Naturales explicó que «este virus ocasiona una muerte rápida en el animal, sin efectos de decaimiento o pérdida de peso».

De hecho el informe indica que el oso murió de un fallo cardíaco, debido a las lesiones vasculares ocasionadas por el virus. El animal, un macho adulto de unos 140-160 kilos y una longitud de 1,85 metros, «presentaba una buena condición de pelo y de uñas, y un buen estado corporal, aunque con escasa grasa subcutánea y abdominal, habitual en esta época del año».

tracking