SUCESOS
Un incendio intencionado arruina una nave agrícola propiedad del alcalde de Castrocontrigo
Fernández Justel había almacenado en el local las cosechas de cebada y centeno
La cubierta reventó en la zona más afectada por el fuego y el humo dejó su impronta también en el exterior de la construcción
Una densa humareda negra desató la alarma de los vecinos de Castrocontrigo y Nogarejas y de los servicios de extinción de incendios forestales, que a primera hora de la noche del miércoles se enfrentaron a un fuego registrado en una nave agrícola, destinada en la actualidad a almacén agrícola y propiedad del alcalde, Aureliano Fernández Justel.
Todo apunta a que el origen de las llamas fue intencionado. Algunos vecinos referían ayer que el fuego apareció en tres puntos diferentes y el Centro Provincial de Mando de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente también apreciaba ayer el carácter deliberado del suceso. El regidor, sin embargo, dejaba abierta la puerta a otras opciones. «Aunque todo lleva a un fuego intencionado, no hay pruebas», manifestaba ayer. En cualquier caso, el mismo afectado descartaba un cortocircuito como causa del incidente, «porque hace años dimos de baja la luz».
Las pérdidas
Pasadas las nueve de la noche del miércoles comenzaba a arden una nave de gran tamaño situada en el límite de Castrocontrigo con Nogarejas, a unos 50 metros de la carretera de La Bañeza (LE-125). Su propietario explicó que las instalaciones se destinaban a almacenar «centeno y avena» cosechados este verano. Junto con el fruto del campo se perdían, además, «los comederos y bebederos» que hace años se destinaban a la cría de pollos y fue la combustión del «poliestileno de la cubierta» la responsable del denso humo.
Los habitantes de las dos poblaciones vecinas —«la gente se portó maravillosamente», destacó un agradecido Fernández Justel— acudieron al lugar con los medios a su alcance, entre éstos una autobomba de Castrocontrigo y la retroexcavadora de la Junta Vecinal de Nogarejas. También se movilizó la Brif de Tabuyo, del Estado, al situarse el fuego en su radio de despacho automático (50 kilómetros), si bien lo hizo sin helicóptero al haber llegado la noche. Una cuadrilla de tierra y una autobomba formaron parte del operativo.
Ante la imposibilidad de actuar en el interior de la nave, vecinos y medios de extinción vigilaron que las llamas no se extendieran y llegaran al monte.