«Para lograr las metas se necesita suerte, pero sobre todo esfuerzo»

Los empresarios premiados agradecieron a Asemac haber confiado en ellos e inyectarles más ganas de seguir adelante. Gonzalo Rodríguez, gerente de La Mallorquina, tomó la palabra y en nombre de los tres hermanos quiso primero tener un recuerdo para su padre, al que también se sumó el presidente de la asociación. «Para conseguir los objetivos hace falta suerte, pero sobre todo mucho esfuerzo», aseguró Rodríguez, que recordó que la empresa está próxima a celebrar su centenario. «Somos la tercera generación y nos toca disfrutar de este momento». El abuelo de los tres responsables actuales fue el que inició el negocio, su padre supo después adaptarlo y ahora ellos han capitaneado una importante inversión para seguir creciendo. «Creemos en nuestra empresa, en la familia y los trabajadores, por eso queremos agradecer la dedicación de todos los empleados que han pasado y forman parte de la plantilla de Dulma».

Desde Hermattec, Iván González, también dedicó sus primeras palabras a los agradecimientos. El joven no se olvidó de reivindicar el papel de la mujer en el mundo empresarial. «Hay que darle más visibilidad», destacó, convencido de que las mujeres aportan la racionalidad que las empresas necesitan. González hizo un guiño a los emprendedores, pidiéndoles que no pierdan la ilusión, que se esfuercen y que aporten su visión innovadora. Además, reclamó a las instituciones más apoyo y visibilidad para el sector. «Las empresas son las que mejor reflejan en qué tipo de país vivimos», argumentó.

César Río compartió el premio con familiares, amigos y con todos los astorganos que «nos han ayudado a mantener el negocio». El empresario tuvo unas palabras especiales para su hermana y sus padres que «llegaron de Luyego y levantaron el mítico Bar Río, donde nació el gusanillo por la hostelería».