Un cortejo fúnebre pasa el día atrapado en la nieve

Un cortejo fúnebre pasó ayer varias horas atascado en la nieve cuando se dirigía de Boñar a Valbuena del Roblo (Crémenes) para enterrar a una mujer. La comitiva estaba formada por unas veinte personas y los familiares habían solicitado el miércoles que se abriera la ruta hasta el pueblo para celebrar las exequias.

Tras salir de Boñar a las doce del mediodía, una cuña trató de abrir paso al pueblo sobre la una de la tarde. Sin embargo, la máquina no era la herramienta adecuada para este trabajo, dada la importante cantidad de nieve acumulada, por lo que se precisaba el uso de una fresa. Ante la necesidad de esperar al nuevo vehículo, los viajeros se cobijaron en la entrada de un molino propiedad del empresario leonés David Álvarez. Al percatarse de lo que ocurría, el casero de la finca invitó a pasar a cubierto a todos y les ofreció una comida. Finalmente llegó la fresa y sobre las siete de la tarde se celebró el entierro.