INVESTIGACIÓN POLICIAL
Buscan fuera de León al agresor de Ana Belén, la mujer herida con una piqueta en la cabeza en Boñar
La búsqueda en el río se ha aplazado y su imagen se ha difundido en las redes sociales
La ferretería sigue precintada por la Guardia Civil una semana después de la agresión
Cuando se cumple una semana de la brutal agresión a una vecina de Boñar por parte del ferretero de esta localidad, las labores de búsqueda del sospechoso, que tras atacar con una piqueta en la cabeza a Ana Belén B. y herirla de gravedad huyó en su vehículo, se están ampliando por todo el país. Pese a que para ayer estaba prevista la llegada de nuevos medios especializados en buceo para rastrear el río Porma, estas labores se han aplazado y se centran en buscar al ciudadano tierra adentro, para lo cual la Guardia Civil solicita la colaboración ciudadana con la difusión de la imagen del presunto agresor, Manuel Escobar, por las redes sociales.
La Guardia Civil ya ha interrogado a todo el entorno del sospechoso para tratar de averiguar qué motivos llevaron a Manuel Escobar, un hombre aparentemente tranquilo, a atacar de esta manera tan brutal a Ana María B., una ama de casa de 39 años de edad, madre de dos niños de corta edad.
Fuentes consultadas por este periódico aseguran que Manuel no tiene apenas relación con nadie de Boñar. De hecho, ni siquiera es de esta localidad, sino que procede de Matallana de Torío, donde vive su padre y sus hermanos, y donde vivía su madre, que falleció hace dos meses. En Matallana, su familia regenta la carnicería Escobar, entre otros negocios.
El presunto agresor vive solo en una casa de alquiler en Vega de Boñar, donde aún sigue tendida la ropa de la última colada. Llegó a Boñar hace escasos años para hacerse cargo de la ferretería de su tío, que se jubiló. Antes de ello, Manuel Escobar vivió durante mucho tiempo en Barcelona.
Desencuentros por la comunidad de vecinos, Ana Belén es la presidente
Aunque nadie en Boñar se explica lo sucedido, los vecinos sí apuntan a que la relación entre Manuel y Ana Belén no es demasiado buena. Ella es la presidenta de la comunidad del edificio en el que el ferretero tiene su negocio, y al parecer eran varios los desencuentros entre propietario y presidenta por cuestiones relacionadas con la administración de la finca.
Por su parte, Ana Belén B. fue ayer despertada del coma inducido en el que ha estado sumida desde que ingresó el pasado miércoles tras la brutar agresión que sufrió cuando regresaba de dejar al mayor de sus dos hijos en el colegio.
Los investigadores no tienen prisa por tomar declaración a la víctima, según aseguraron ayer fuentes de la Guardia Civil, ya que ya que aunque su testimonio es esencial para esclarecer las razones de la agresión, no aclarará el paradero del sospechoso, cuya localización es la ahora mismo una prioridad en el caso.