Las brigadas entran de nuevo en la mina para sacar a Calviño

Poco antes de las 11 de la mañana, las brigadas de rescate han vuelto a entrar en la mina de Cerredo para intentar sacar el cuerpo del minero leonés Roberto Calviño, atrapado desde hace 48 horas, sepultado con su camión bajo toneladas de carbón, rocas y costeros. El refuerzo de cemento y 'pegamento' inyectado a presión en la zona del siniestro ha fraguado durante la noche. Una empresa especializada en este tipo de trabajo desplazó ayer hasta la explotación una máquina.

Después de la consternación sufrida ayer, tras confirmar que Calviño está muerto y el intento frustrado de arrancarlo de la mina, los equipos de rescate confían en sacar al minero hoy y rendirle en la bocamina un homenaje póstumo.

Se mantienen no obstante las dificultades de un rescate complejo dado el estado del interior d ela mina, completamente derrumbada en el lugar donde se produjo el accidente. 

El riesgo de colapso y de que se derrumbe buena parte de la bóveda del túnel de la mina de Cerredo bajo el que quedó sepultado ayer Roberto Calviño, de 40 años, obligó a suspender ayer a la 1 de la tarde las labores de rescate del cadáver, que permanece atrapado en el interior del camión que conducía. Las brigadas tuvieron que salir a la carrera de la mina cuando ya habían accedido al asiento del copiloto del camión y se disponían a extraer el cuerpo de Calviño. Llegaron a él practicando un túnel por encima de la zona siniestrada mientras los camiones extraían toneladas de piedra.

Ese túnel quedó también cegado por el derrabe que se produjo mientras las brigadas trabajaban sin descanso para sacar al minero leonés. Fue de tal intensidad que se creyó que la mina iba a colapsar.

Para evitar riesgos a la veintena de trabajadores que participan el operativo de rescate, a última hora de la tarde se iniciaron las labores de de refuerzo en la zona de la mina de Cerredo en el municipio asturiano de Degaña con la inyección de cemento para evitar nuevos derrumbes y poder acceder al lugar donde se encuentra el cuerpo en unas condiciones adecuadas de seguridad. El material secó a lo largo de la noche después de que se sellaran las paredes y la bóveda del túnel con hormigón gutinado, una mezcla de cemento y una especie de pegamento que se inyecta a presión desde una máquina trasladada a la mina.

El accidente que costó la vida a este trabajador de 40 años y vecino de Villablino tuvo lugar el miércoles a las 13:30 horas, cuando se encontraba cargando escombros en el túnel principal de esta explotación minera del suroccidente asturiano, en el límite con el León. Conductor y camión se encontraban a unos dos kilómetros de la boca del túnel cuando se desprendieron varias toneladas de rocas y carbón que sepultaron este vehículo, mientras que al operario que manejaba la pala que estaba llevando los escombros le dio tiempo a recular y salir ileso de la zona.

Los trabajos para intentar llegar hasta el minero accidentado se iniciaron inmediatamente después del accidente, tanto con personal propio de la compañía minera, como de la Brigada Central de Salvamento Minero. A pesar de los esfuerzos iniciales que preveían llegar hasta el camión en cuestión de horas, los continuos desprendimientos y la inestabilidad del túnel obligaron al operativo de rescate a extremar las medidas de seguridad, lo que ralentizó el avance, que finalmente tuvo que ser suspendido.

Miembros del equipo de rescate habían podiso ya acceder a la cabina del camión, que se encontraba completamente destrozada y cubierta por restos del derrabe, aunque aún tuvieron que pasar varias horas hasta que los equipos lograron cortar parte de la cabina del camión y pudieron llegar hasta los restos del minero fallecido.

La noticia saltó rápidamente al exterior de la explotación, donde desde ayer se han congregado compañeros, amigos y familiares de este trabajador por el que, en señal de duelo, el Ayuntamiento de Villablino decretó dos días de luto.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el jefe de la oposición, Pedro Sánchez, se sumaron a las muestras de dolor por la muerte de este trabajador, que durante 18 años había trabajado en una mina de exterior y que en 2003 había perdido a un hermano en un accidente registrado en una mina de interior en Villablino.

La actividad en esta compañía se resentirá como consecuencia de este accidente ya que, según los sindicatos, aún hay que investigar las causas por las que se ha producido el hundimiento y asegurar la zona, cuestiones que pueden suponer días o semanas y abocar, incluso, a la regulación de empleo de la plantilla.