Los regantes citan a 50 alcaldes para debatir sobre las presas del Órbigo
El regidor de Carrizo de la Ribera ha confirmado ya su asistencia a la reunión.
Las reservas del Luna no son suficientes para atender el regadío en los años secos.
La polémica sobre el anteproyecto de regulación del río Órbigo, que supone la construcción de los embalses de La Rial y Los Morales, ha llevado al Sindicato Central del Embalse de los Barios de Luna a convocar a todos los alcaldes de las provincias de León y Zamora, en total 50, cuyos municipios se benefician del Sistema de Explotación Órbigo a una reunión, que se celebrará mañana, en la sede del sindicato, en Hospital de Órbigo. Entre lso alcaldes que han confirmado su asistencia se encuentra el de Carrizo de la Ribera, Julio Seoánez.
La directiva del que su directiva quiere presentar a los regidores «las razones y argumentos» por los que el organismo, que engloba a todas las comunidades de regantes dependientes del embalse del río Luna, ha solicitado «reiteradamente» el aumento de las reservas de agua, tanto al Gobierno central como a la Comunidad autónoma.
La convocatoria se produce después de que el domingo se celebrara en Carrizo de la Ribera, municipio más afectado por la construcción de las presas, una asamblea con el fin de mostrar la repulsa a este proyecto.
Por otra parte, la Comunidad de Regantes de la Presa de la Vega de Abajo, con sede en Vecilla de la Vega, expresó ayer en una nota de prensa su apoyo a las infraestructuras programadas «para aumentar la disponibilidad de agua», a condición de que los proyectos «cumplan escrupulosamente los requisitos establecidos en la ley».
En una nota de prensa, la comunidad recuerda que presentó alegaciones al nuevo Plan Hidrológico del Duero para que incluyera soluciones complementarias de regulación en las zonas deficitarias. En concreto, en la zona regable de Los Barrios de Luna, la falta de agua es cíclica, constatándose últimamente en las campañas de 2002, 2006, 2008 y 2012. La junta de gobierno de la Presa de la Vega de Abajo recuerda que en 2001 se amplió la zona regable del Luna en 6.321 hectáreas, en «casi un 14%», lo que supuso destinar al riego 35 hectómetros cúbicos anuales de agua, «cantidad similar a la capacidad de las balsas de regulación.
Ante la previsión de que el calentamiento global disminuirá en un 10% las aportaciones de agua por el descenso de las precipitaciones, se intenta paliar el problema mediante la modernización de regadíos. Sin embargo, el ahorro de agua que supone la mejora de los sistemas no repercutirá en el área del Órbigo, acostumbrada al ahorro, tanto como en otras zonas regables.
Del mismo modo destaca que los sucesivos planes hidrológicos aumentan cada vez el volumen de los caudales ecológicos, lo que retrae agua para otros usos y exige una política que conjugue la conservación de los río con una actividad económica que permita asentar población.