Albañiles voluntarios reconstruirán una vivienda arrasada por un incendio

Quedaron las paredes y poco más, porque no fue posible parar el incendio que se declaró en una vivienda de Villaverde de la Chiquita (municipio de Valdepolo) el viernes sobre las ocho de la tarde. Además, las llamas se cebaron con una de las familias más vulnerables de la localidad, formada por tres mujeres y dos niños de 2 años.

La cubierta del edificio, de planta baja y primero, se vino abajo, dejando en un estado calamitoso el inmueble y la certeza en las víctimas de haberlo perdido todo: desde los recuerdos más queridos hasta el despacho profesional de una de las mujeres, hija de la propietaria y madre de los pequeños, situada en el inmueble.

En esta catástrofe los vecinos de Villaverde han hecho grande su solidaridad. Mientras un matrimonio cedía su casa —segunda vivienda— en el cercano Quintana de Rueda, donde pasaron ya la noche del viernes y en la que continuarán mientras la necesiten, si bien el Ayuntamiento de Valdepolo estudia el pago de un alquiler a los dueños.

Por otra parte, durante el fin de semana, los vecinos desescombraron la ruina y los albañiles del pueblo se han comprometido a reconstruir la casa sin cobrar honorarios. A éstos se sumarán otros vecinos, unos manitas que les servirán de apoyo.

La casa no tendrá el mismo aspecto que antes. Las llamas y el agua que emplearon los bomberos para apagar el incendio causaron serios daños, que no permitirán recuperar la planta alta, pues se derrumbarían los muros. Se aprovechará lo que se pueda, pero la vivienda pasará a ser de planta baja.

También el Ayuntamiento estudia aportar los materiales sin coste para la familia. La propietaria del inmueble siniestrado es la abuela de los dos bebés, de los que cuida su madre y con quienes también convive una tía de los pequeños, con problemas de salud.

La película del suceso

Aunque no se ha concretado el origen del incendio, según relataban en Villaverde de la Chiquita una de las moradoras de la vivienda vio fuego entre la chimenea y las cabezuelas del tejado. De forma simultánea, la casa se quedaba sin electricidad y fue al intentar restablecer el fluido cuando «se escuchó una explosión y ya no hubo quien parase aquello», relataban ayer. De este testimonio se deduce que un cortocircuito o la chimenea originaron el fuego.

Tras dar aviso a los servicios de urgencia, llegaron al pueblo patrullas de los puestos de la Guardia Civil de Almanza y Gradefes y un equipo del Parque de Bomberos de León, que trabajó en la extinción durante dos horas largas.

El siniestro se une al que destruyó otra vivienda y causó daños en Rioseco de Tapia la semana pasada y al que destruyó un edificio y afectó a otros dos en La Bañeza, en Nochevieja.