Los vecinos de Castellanos, en lucha
«Hablen y abran el bar»
Una veintena de personas cortó el cruce a Banecidas y Bustillo de Cea por la falta de diálogo para solucionar el problema
Los vecinos han intentado reunir al pedáneo con el adjudicatario. ACACIO
Acacio Díaz | Castellanos
Por segundo sábado consecutivo, vecinos de Castellanos (municipio de Santa María del Monte Cea), esta vez una veintena, se manifestó ayer para exigir la reapertura del bar, cuya explotación había otorgado la junta vecinal a un particular. En esta ocasión, los manifestantes cortaron el cruce de la carretera que une el pueblo a las localidades de Calzadilla de los Hermanillos y Banecidas, Calabuey y Bustillo de Cea, aunque tampoco es que soporten un tráfico espantoso. De ahí que el empeño por mantener un centro de relación social se convierta en una lucha por la supervivencia de la localidad. Para Castellanos, perder el bar supone el fin de toda una institución.
Además, utilizaron la fachada del local, un edificio exento en buen estado de conservación y uso, como soporte para los carteles con sus proclamas: «¡El pueblo necesita el bar abierto!»; «¡El pueblo se siente abandonado!»; «Hablen y abran el bar»...
Los vecinos han intentado sentar al adjudicatario con la pedanía, pro todo lo que han conseguido ha sido hablar con las partes en litigio por separado y el local se mantiene cerrado, sin el necesario equipamiento que permita dar servicio al público.
Por su parte, el pedáneo ha hecho público un escrito en el que acusa al contratista de haber cerrado sin previo aviso y con contrato en vigor, motivo por el que se le solicitó la entrega de las llaves del edificio hasta en dos ocasiones, sin que la entidad local recibiera contestación a sus requerimientos.
Además, la junta vecinal ha tenido que hacer frente a las facturas de la luz «desde octubre de 2015» por un importe de 1.053,66 euros y a las del agua, cuyo montante no aporta. La pedanía no firmó la liquidación del contrato que se propuso al existir las deudas y por haberse ejecutado en el bar «varios arreglos» sin la autorización de la propietaria.