Diario de León

HUERGA DE GARABALLES

La nueva fábrica de Rodríguez gana terreno y aumentará la producción

El concejo aprueba con 27 votos arrendar las fincas a la cárnica

Los vecinos, durante la  votación de la propuesta. A.V.

Los vecinos, durante la votación de la propuesta. A.V.

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a.g. valencia | huerga

Embutidos Rodríguez se rearma tras el incendio para afrontar, un mes después del siniestro, pasos importantes de cara al futuro de la empresa. La Junta Vecinal de Huerga de Garaballes celebró ayer un concejo abierto para dar voz a los vecinos y decidir sobre el arrendamiento a la empresa de unas fincas aledañas al matadero destruido. La operación, que recibió el visto bueno de una amplia mayoría de los asistentes, permitirá a Embutidos Rodríguez aumentar su superficie, lo que se traducirá en un incremento del espacio para la sala de despiece, así como duplicar la sala de congelado —ambas instalaciones resultaron calcinadas en el incendio— y aumentar la producción.

La ampliación prevé mantener las líneas de producto, aunque supondrá la posibilidad de adecuar la fábrica a las nuevas tecnologías, con la instalación de líneas robotizadas.

El esquema que plantea Embutidos Rodríguez necesitaba del beneplácito de la Junta Vecinal de Huerga de Garaballes, propietaria de los terrenos donde se plantea la ampliación. De este modo, ayer se celebró en la Casa del Pueblo un concejo con el objetivo de que los vecinos pudieran votar y opinar sobre la operación. «Queremos escucharos y que vosotros tengáis la última palabra», aseguró el pedáneo, Melchor González, quien expuso los pormenores de la oferta, que pasa por el alquiler de dos hectáreas de terreno por un importe anual de 8.000 euros más IVA, que se abonarán a lo largo de cuatro trimestres (2.420 euros cada vez), durante 25 años, lo que suma más de 200.000 euros.

En los terrenos se proyecta la creación de un aparcamiento y zona de acceso de vehículos, podrá vallarse y acometer la traída de luz. Además, la propuesta fija el depósito de una fianza —en función del coste de las actuaciones— para en caso de cese de actividad dejar las fincas para uso agrícola de nuevo.

Escuchada la propuesta, los vecinos asistentes alzaron las manos para mostrar su postura de cara al acuerdo. De este modo, 27 personas, de poco menos de cuarenta asistentes, aprobaron la operación, mientras que fueron cuatro quienes votaron en contra. Ahora que el pueblo ha dado su respaldo a la iniciativa, el próximo lunes se celebrará una subasta pública de los terrenos, que directamente partirá desde 8.000 euros.

«Es una renta para el pueblo, con la que podemos hacer frente a los gastos cotidianos», aseguró el pedáneo, recordando a los presentes que la junta vecinal apenas tiene ingresos y que con esta operación se consigue sacar un importante rendimiento económico a estas fincas. «La operación representa más que todo lo que la junta vecinal percibe por el resto de sus terrenos», argumentó González.

La decisión de cambiar la venta de los terrenos por su alquiler parece que ha convencido en mayor medida a los vecinos, que en marzo expresaron en las urnas un rotundo no a esta posibilidad. «La oferta actual es mejor porque es una renta. Es dinero para el pueblo», aseguraron.

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