COMUNICACIONES
Telefónica opta por cableado aéreo para llevar fibra óptica a San Isidro
Descarta soterrar la línea a través del pantano del Porma por su elevado impacto ambiental.
El pantano del Porma ocupa una superficie de 1.249 hectáreas.
maría carnero | león
El proyecto para dotar de fibra óptica la estación de San Isidro, para que vecinos y visitantes puedan disfrutar de la alta velocidad, ha sido sometido a información pública. El Boletín Oficial de Castilla y León publicaba en su edición del pasado miércoles todos los detalles de este complejo proyecto, cuyo principal escollo está en sortear las 1.249 hectáreas que ocupa el pantano del Porma y en causar en menor impacto posible en esta zona incluida en su totalidad dentro del Parque Regional de Picos de Europa.
Para afrontar este complicado reto tecnológico, Telefónica de España, la empresa que llevará a cabo el proyecto, había planteado en un primer momento la posibilidad de utilizar cable subacuático a través del pantano, propuesta que ha sido descartada por los ingenieros ya que supone un elevado impacto ambiental y además dispararía el coste económico de la instalación.
Según la empresa, el soterramiento terrestre y acuático supone la apertura de numerosas zanjas y movimientos de tierras, la alteración de las condiciones ambientales de pantano y la creación de caminos para la llegada de la maquinaria necesaria para entrar hasta el embalse, algo que no es factible en una zona con tantas figuras de protección como Picos de Europa y que es además área de recuperación del oso cantábrico y también del urogallo, dos especies en peligro de extinción, especialmente la última.
Por este motivo, se ha optado por la instalación de un tendido aéreo de telefonía, que supone levantar 7.700 metros de línea nueva de cable de fibra óptica, prendidos en 148 postes de madera, para lo cual se llevarán a cabo labores de desbroce de 50 centímetros de anchura para permitir el paso de la línea en aquellos tramos en que sea necesario.
La zona afectada por el proyecto discurre entre el punto kilométrico 10,3 de la carretera LE-331, cercano a la presa del Porma, y el 18, que entronca con la carretera de Reyero.
Una vez que se supere el estudio de impacto ambiental, y se obtenga el permiso de la Junta de Castilla y León, Telefónica deberá esperar la autorización del órgano sustantivo, ostentado en este caso por la Dirección General de Telecomunicaciones, lo que impide concretar plazos.