La Ruta Vadiniense-Picos de Europa gana caminantes
Más de un millar de peregrinos
La promoción del camino jacobeo-lebaniego, que une el monasterio de santo Toribio de Liébana con Mansilla de las Mulas, logra un aumento del número de romeros que viajan a Compostela.
Un grupo de peregrinos transita por Vegamediana. CAMPOS
JOSÉ MARÍA CAMPOS | Cisterna
La Ruta Vadiniense-Picos de Europa-Camino de Santiago está viendo como cada año se incrementa el número de peregrinos que utilizan esta ruta, que discurre entre el monasterio de santo Toribio de Liébana, en Cantabria, hasta Mansilla de las Mulas pasando por Riaño, Cistierna o Gradefes. En total, 153 kilómetros, que en lo que va de año han recorrido más de un millar de personas.
Los peregrinos cuentan con albergues, casas rurales y hoteles en todo este trayecto. Hasta septiembre se habían registrado unas 400 personas en el albergue municipal de Cistierna y más de 500 personas entre el albergue de Portilla de la Reina y la casa rural. Además son muchos los que optan por hospedarse en hoteles de Cistierna como El Cruce, el Moderno o el hotel Río Esla, así como en el albergue Montaña Oriental de León, que desde su apertura ha permitido ampliar el número de plazas hoteleras en Cistierna.
Esta ruta la puso en marcha el fallecido catedrático de Historia José Fernández Arenas, que fue a su vez el primer presidente de la Asociación Ruta Vadiniense, creada en 2001. Tras sus investigaciones y publicaciones sobre los caminos alternativos al Camino Francés, el más conocido de los que llevan a Santiago, supo poner en el mapa este recorrido. Los miembros de esta asociación trabajan cada año para limpiar, señalar y promocionar esta ruta que espera el próximo año incrementar más aún sus visitantes, dado que será año lebaniego.
La ruta cuenta con seis etapas. La primera, de 23 kilometros, va desde Santo Toribio a Espinama, se adentra en el Parque Nacional de Picos y sus montes Oscuro y Cadovio. La segunda etapa, de 24 kilómetros, une Epinama y Portilla de la Reina por los municipios de Camaleño, Valdeón y Boca de Huérgano. Es una de las etapas con el paisaje más espectacular. La tercera, de 20 kilómetros, lleva de Portilla de la Reina a Riaño, donde los peregrinos pueden visitar el museo etnográfico.
La cuarta es la más larga, con 35 kilómetros, y va desde Riaño a Cistierna. En las Salas se toma la calzada romana que no se abandonará hasta llegar a Valdoré, con una de los pocos taludes en roca que hay en el Imperio Romano: La Entrecisa. Este trayecto permite conocer las instalaciones del Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, ubicado en Sabero, o el Museo del Ferroviario de Cistierna. Estamos en la cabecera de servicios de la montaña oriental leonesa, donde el peregrino encuentra la sede la asociación que promociona esta ruta jacobeo-lebaniega.
La quinta etapa, de 23 kilómetros, une Cistierna y Gradefes, municipio con más patrimonio por kilómetro cuadrado de la provincia. La sexta etapa, de igual longitud, va de Gradefes a Manilla de las Mulas y permite visitar San Miguel de Escalada o las ruinas del monasterio de San Pedro de Eslonza, fundado en el año 912 por García I.