Los pequeños consumidores, al margen de la nueva tasa

Asociaciones de empresas energéticas y administraciones como la Junta de Castilla y León preparan una campaña que pretende explicar a los consumidores que la normativa sobre autoconsumo no afecta a todas las instalaciones en las que se ha hecho una inversión para el autoconsumo doméstico. De hecho, se trata de informar a los consumodores sobre cómo realizar estas instalaciones de la forma que sean más rentables.

De hecho existen diversas modalidades en el registro, fundamentalmente dos categorías de autoconsumidor entre los que están enganchados a la red. Por un lado, los pequeños, con menos de 100 kilovatios contratados, que podrán verter a la red el sobrante que generen, pero no recibirán dinero por ello. Por otro lado los que tienen contratada una potencia superior a esa cantidad, a los que sí se les pagará el sobrante, en principio al precio al que esté pagándose la energía en el momento en el que se suelte a la red.

Según la proposición no de ley entregada la pasada semana por los partidos de la oposición, en total esta aportación podría llegar a 400 megavatios, lo que supondría unos 12 millones de euros, una cantidad que no repercutiría en el precio del ‘pool’ eléctrico.

El plazo para registrar oficialmente las instalaciones de autoconsumo concluyó el 11 de abril pasado. Ahora el Ministerio de Energía prepara la puesta en marcha del impuesto, que se cobrará desde esa fecha. En teoría, habrá un período para que las instalaciones puedan adaptarse y abonar las cantidades adeudadas desde abril pasado, hace casi un año.

La tramitación y dictámenes para la entrada en vigor del impuesto se ha ido dilatando en el tiempo, y ahora se enfrenta además a la oposición de buena parte del arco parlamentarios, además de las empresas del sector energético.