sanidad ■ "UN PROBLEMA PERSONAL"
Sacyl ‘castiga’ a una enfermera a caminar hasta los consultorios rurales
La profesional solicitó una alternativa para los dos días que precisó para arreglar su coche.
La enfermera de Soto de la Vega camina hacia uno de los consultorios que atiende ante la falta de solución al transporte. DL
A. DOMINGO | REDACCIÓN
«Menos plato y más zapato». Este consejo que se repite en las consultas de los médicos es el que ha tenido que seguir una enfermera del Centro de Salud de La Bañeza, Mari Luz Alonso, para acudir a los consultorios que atiende en el municipio de Soto de la Vega, a cinco kilómetros de distancia por carretera. Sin embargo, Alonso no necesitaba mejorar su estado de forma. El enfermo era su vehículo particular, ingresado el martes y miércoles de esta semana en el taller por una avería, y la receta de Sacyl.
Ante la situación, la enfermera puso en conocimiento de los responsables del centro su situación e incluso, según manifestó a este periódico, habló con la Gerencia de Atención Primaria y la Subdirección de Enfermería para buscar una solución, pero «me dijeron que se trataba de un problema personal y que me cogiera un taxi y lo pagara de mi bolsillo. Como el sueldo de una enfermera no está como para andar pagando taxis para ir al trabajo, opté por ir andando» desde el centro de salud de referencia, donde se inicia su jornada, hasta el consultorio de Soto de la Vega, cabecera del municipio del mismo nombre. También ha atendido pacientes en otras localidades de este término, como Requejo de la Vega y Vecilla.
«Poco más de una hora a pie» desde La Bañeza y con unos 20 kilómetros recorridos en dos días —el jueves y ayer ya pudo disponer de su coche—, señaló ayer que los profesionales de la sanidad pública que dependen de la Consejería de Sanidad tienen derecho a utilizar un vehículo de la Administración «cuando así lo reconoce una sentencia judicial», pero no a los demás. «Hay que meterse en juicios».
La enfermera apuntó que el tiempo de desplazamiento ha influido estos dos días en la atención. «El desplazamiento es tiempo muerto», dijo. Y eso que pudo permitirse el lujo de ir al trabajo a pie. En otros municipios que dependen de La Bañeza «hubiera sido imposible» optar por esta alternativa, tanto por la distancia que existe desde la cabecera de comarca como por el tamaño del municipio. Apuntó como ejemplo Castrocontrigo, a unos 35 kilómetros.