Diario de León

Echa a andar la asociación Los Oteros- La Vega, que aglutina a 72 localidades

El colectivo tiene entre sus objetivos principales la conservación del patrimonio de la zona.

Imagen exterior de la iglesia de Valdesaz de los Oteros, que cuenta con artesonado mudéjar. MEDINA

Imagen exterior de la iglesia de Valdesaz de los Oteros, que cuenta con artesonado mudéjar. MEDINA

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armando medina | valencia

Hace aproximadamente un año, en agosto de 2016, del interés de varios intelectuales (catedráticos, ingenieros, historiadores...), nació la asociación cultural Los Oteros-La Vega, un colectivo que aglutina un ámbito territorial de 72 localidades al sur de la provincia a la derecha y la izquierda del río Esla. Tras meses de reuniones y trabajo, hace unas semanas se presentó en sociedad con un acto en Villademor de la Vega. Ahora afronta su primera gran acción: una exposición fotográfica que pretende contar con imágenes de todos los pueblos que se instalará en el colegio de los Padres Agustinos de Valencia de Don Juan del 26 de agosto al 3 de septiembre.

Es un primer paso de un largo camino por recorrer porque «queremos dar importancia y resaltar el bagaje cultural y artístico que tenemos», afirma su presidente, el sacerdote agustino Cesáreo Fernández, un hombre natural de Valdesaz, afincado actualmente en Valencia de Don Juan tras ejercer de misionero principalmente en Lima (Perú). Su entusiasmo es contagioso. «Nuestra asociación pretende salir al rescate de todos los símbolos de nuestra historia. Tengamos presente que en ésta nuestra época ya no se construye ni con tanto esfuerzo y tesón, ni con tanta paciencia y dedicación», señala.

Precisamente uno de los objetivos primordiales de la asociación Los Oteros-La Vega es conservación del patrimonio histórico y cultural de cada uno de los más setenta pueblos de su ámbito territorial. Pero también otros fines como «dar a conocer los acontecimientos destacados recogidos en la documentación escrita, en la transmisión oral de nuestros antepasados o en los restos arqueológicos, sin olvidar el patrimonio artístico y las tradiciones de los pueblos», asegura Max Pastrana, otro de los miembros destacados del colectivo.

Promocionar los valores emergentes entre los hijos del pueblo, organizar actividades culturales, sociales y deportivas; dar voz a los genuinos clamores reivindicativos en pro de la regeneración y fijación de la población, así como fomentar cuanto contribuya a la promoción y desarrollo de las gentes del campo del mundo rural; difundir lo que es más propio de los pueblos de la zona y sumarse, «sin pretender acaparar ni excluir, a los esfuerzos y logros de las agrupaciones y fundaciones ya existentes en algunos lugares» de este territorio.

Trabajo por delante, tiene esta nueva asociación.

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