El incendio obliga a evacuar a los 20 vecinos de Forna, alojados en el polideportivo de Encinedo
Vecinos de uno de los pueblos afectados por el fuego de La Cabrera.
El fuego declarado en el término leonés de Encinedo la noche del pasado lunes, que afecta a parajes naturales cercanos al municipio, continúa activo, ha quemado por el momento 6.700 hectáreas, y ha obligado al traslado hoy de veinte personas de la población de Forna al pabellón deportivo de Encinedo.
Según han informado fuentes de la Junta de Castilla y León, el fuego continúa activo y se encuentra en perimetración, con peligrosidad dos, un nivel que se establece por persistir las condiciones de riesgo para la población.
Esta circunstancia se debe a la "extrema" dificultad de control de los frentes activos a causa de la orografía abrupta de la zona, el viento cambiante y la extrema sequedad de la cubierta vegetal.
Los efectivos de lucha contra incendios continúan con su labor, que mantendrá a un centenar de personas trabajando durante la noche.
La situación de riesgo de incendios forestales se agravará el jueves y viernes, 24 y 25 de agosto, por el aumento de la velocidad del viento, la disminución de la humedad relativa y un incremento de la inestabilidad atmosférica, ante lo que el Ejecutivo autonómico recomienda a la población que extreme la precaución y solicita su colaboración ante cualquier sospecha de que alguien va a iniciar un fuego.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el director técnico que dirige el operativo en la zona del incendio, Gonzalo Álvarez, han informado hoy en el lugar del suceso de las características del incendio, considerado como el de mayores dimensiones en la Comunidad en lo que va de año y que al parecer ha sido intencionado.
Durante la jornada, entre los más de 300 profesionales que han trabajado en el operativo desplegado en la zona para combatir las llamas, se encuentra un centenar de la Unidad Militar de Emergencias, que vieron dificultada su labor por la ausencia de condiciones adecuadas para que los medios aéreos pudieran combatirlas, principalmente por la existencia de humo.
Herrera ha lamentado que los "auténticos criminales que están empeñados en quemar el monte" no sean conscientes de que con sus acciones ponen en peligro el patrimonio natural de estas zonas, en este caso la zona de La Cabrera, pero especialmente a las personas que viven en ella y los trabajadores dedicados a la extinción de las llamas.
El fuego obligó ayer a desalojar por precaución a medio centenar de residentes de la pedanía de Santa Eulalia, que pudieron volver anoche a su casa, mientras que los diez desalojados de Villarino, perteneciente a Truchas, volvieron esta mañana, según Herrera, quien ha apelado a la colaboración ciudadana para combatir a los incendiarios.
"Ayer pasamos mucho miedo porque las llamas estaban ahí, las veíamos muy cerca y pensábamos que iban a llegar muy rápido", ha sostenido una de las afectadas, que ha anunciado que durante el día se desplazará a la casa de un familiar en otro municipio, ante la posibilidad de volver a ser desalojada de Villarino.
El fuego hizo necesario que la Dirección General de Tráfico (DGT) cortase la carretera LE-7302, en el término leonés de Truchillas, debido al denso humo, que complicó la circulación por la escasa visibilidad, según fuentes de la DGT.
El presidente de la Junta ha insistido en que la Guardia Civil y los técnicos del Ejecutivo autonómico investigan ya el origen del incendio, cuyos primeros datos reflejan que ha sido intencionado, iniciado en una zona con unas condiciones orográficas y atmosféricas que dificultaron los trabajos de extinción desde el inicio.
A media mañana empezaron hoy a trabajar en la extinción varios medios aéreos en uno de los flancos del fuego, pero su trabajo permaneció condicionado por las circunstancias existentes, sobre todo el humo causado por la inversión térmica, que lo concentra cerca del suelo. Entre los efectivos dedicados a acabar con el fuego se encuentran los del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), que desplazó hoy en principio cinco medios aéreos para colaborar con la Comunidad de Castilla y León en las labores de extinción, para añadir después diez aeronaves más: seis aviones anfibios, ocho helicópteros y un avión de comunicaciones y observación.