La jueza de Gijón pone en libertad al marido de la desaparecida de Matadeón después de interrogarlo

Detenido, interrogado y en libertad. El marido y padre de las desaparecidas de Matadeón, Mari Trini Suárdiaz y su hija Beatriz, fue detenido en Portugal, entregado a la Policía Nacional en Badajoz y prestó declaración ante la jueza de instrucción número 4 de Gijón, Ana López Pandiella, hace un mes. Pero sigue en libertad y sin cargos.

Antonio María Da Silva aseguró a la magistrada que no sabía nada ni de su esposa ni de su hija, desaparecidas desde julio de 1987, aunque reconoció que había estado con ellas en León y también en otros lugares como El Algarve portugués.

Sin cuerpo del delito ni pruebas evidentes de que Da Silva esté relacionado con la desaparición y con su posible asesinato, la jueza le puso en libertad. La detención se realizó en virtud de una orden internacional que había dictado la magistrada gijonesa antes de que se reabrieran las diligencias el pasado mes de septiembre.

María Trinidad Suárdiaz, natural de Villaviciosa (Asturias), fue vista por última vez en julio de 1987 en la Audiencia Provincial de León, a donde acudió a firmar junto a su marido, El portugués, una citación para el juicio que se tendría que haber celebrado en septiembre por agresiones de Da Silva a su esposa. Dos días antes, se les vio con la niña en un autobús de Ribadesella a Oviedo.

El portugués tiene un casa en Matadeón de los Oteros, donde vivió con Mari Trini, y otra en Berbes (Ribadesella).