Imponen a las presas del Órbigo fuertes compensaciones ambientales

La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural ha formulado declaración de impacto ambiental (DIA) favorable al proyecto de regulación lateral del río Órbigo —la construcción de las presas de La Rial y Los Morales—, según publicaba ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE), condicionada a la compensación de los terrenos forestales que ocupen temporal o definitivamente ambos embalses —con 23 hm3 de capacidad máxima La Rial y 11,3 Los Morales— en una misma superficie a la que resulte deforestada. La misma medida se adoptará respecto a cuatro de los Hábitats de Interés Comunitario —protegidos por la Directiva Hábitats de la Unión Europea— afectados por estas infraestructuras, mientras que en otros tres casos, la compensación territorial deberá ser el doble de la superficie ocupada.

En el caso de los hábitats «se obtendrá la disponibilidad de los terrenos, preferentemente en los mismos municipios y en la proximidad de las zonas afectadas, previamente al inicio de las obras. De esta manera se repondrán 94,24 hectáreas de melojares, 12,26 de frondosas mediterráneas y 3,02 de bosques ribereños, además de más de 24,6 hectáreas para compensar la superficie de los lugares de mayor interés ecológico, formado por brezales, roble y encina.

Además, será preciso vaciar el vertedero de Carrizo de la Ribera, ya sellado, para trasladar los 70.000 metros cúbicos de residuos que almacena —un volumen ligeramente superior al 3% del nuevo vaso del CTR de San Román de la Vega— para su traslado a un centro de gestión de residuos.

Con tutela de la Junta

La Dirección General del Agua, promotora del proyecto, deberá realizar una prospección detallada que confirme o descarte la presencia de determinadas especies vegetales —en situación vulnerable, por su atención preferente o por estar regulado su aprovechamiento— bajo la tutela del Servicio Territorial de Medio Ambiente. Si se encontraran poblaciones, deberá redactarse un proyecto de recuperación de éstas, también bajo tutela de la Junta, en zonas no alteradas y de superficie de al menos el doble de la original. De igual manera, se estudiará la presencia del milano real en la zona y, si se encontraran dormideros de la especie se aplicarán medidas para su protección.

Las líneas eléctricas que darán servicio a las bombas que llenarán estos dos embalses deberán soterrarse si es técnicamente posible. En caso contrario, los tendidos se someterán al procedimiento de evaluación de impacto ambiental. También obliga a adoptar medidas para mitigar o compensar el impacto en invertebrados, anfibios, reptiles y microfauna.

Técnicos cualificados controlarán las obras que se paralizarán en caso de aparecer restos arqueológicos y se actuará conforme al reglamento de autonómico de protección del patrimonio cultural.

La declaración de impacto ambiental impone otras compensaciones, además de las descritas. Resalta «que la mayor parte de las respuestas de los ayuntamientos y prácticamente todos los escritos de alegaciones de particulares y asociaciones concluyen mostrándose contrarios a la actuación, reflejan el fuerte rechazo social existente frente al proyecto y solicitan que se dicte DIA desfavorable».

Por otra parte, recoge la constatación de la Dirección General del Agua de que la alternativa adoptada es la más viable desde el punto de vista técnico y la «más rentable económicamente» y que la solución al déficit hídrico del sistema Órbigo, «contempla una regulación de 80 hm3». La Rial y Los Morales «constituyen el primer escalón de cualquier solución» en la zona regable. Recuerda que a medida que se vayan desarrollando los regadíos de Payuelos mermarán los recursos para el Páramo Bajo, que actualmente toma agua del Esla, y forma parte del sistema Órbigo. La regulación es necesaria, asegura, incluso sin considerar el Páramo Bajo.