La no inocentada de la alcaldesa sobre Franco

El pasado 20 de noviembre la alcaldesa del Ayuntamiento de Cubillas, Agustina Álvarez, enviaba el siguiente escrito a la Fundación Francisco Franco: «El Ayuntamiento de Cubillas de Rueda y su alcaldesa Agustina Álvarez Llamazares ofrecen hoy, en fecha del aniversario de la muerte del Generalísimo, el cementerio municipal para dar cobijo a sus restos mortales que actualmente se encuentran en el Valle de los Caídos a la espera de encontrar una ubicación definitiva a los mismos».

Argumenta la veterana regidora del PP que «tenemos un bonito cementerio municipal, nuevo y muy cuidado en una zona tranquila de la provincia de León, un lugar idóneo de descanso para reposar su osario. Esta zona fue muy conocida en vida por Francisco Franco, dado que venía a pescar salmón en el Esla y constituía una zona de paso para sus cacerías en Riaño y los Picos de Europa, por lo que le sería un lugar familiar y acogedor a su persona. Estaríamos encantados de ser el lugar definitivo de los restos del General Franco y poder ofrecerle un espacio de descanso y respeto adecuado».

La fundación agradeció en su página web la iniciativa de la alcaldesa lo que ha creado todo un revuelo en el municipio. Carlos Gallego, vecino de Cubillas de Rueda, considera que el hecho de proponer el cementerio para acoger los restos del dictador «no hace daño a nadie. Es una idea que tenemos algunos», afirma este vecino que considera que va aportar algo como mínimo que arreglen el camino que va desde el pueblo de Cubillas hasta el cementerio. Otros vecinos, mientras están en el bar del pueblo, consideran que les da igual la propuesta. «Es una idea como otra cualquiera. Cada uno piensa lo que cree oportuno».

Son muchos los vecinos que cuando se les pregunta por la propuesta de la alcaldesa creen que todo es fruto de las habituales bromas del 28 de diciembre «Es una inocentada», puntualizaba incrédula una vecina. Otro de los preguntados en Cubillas se muestra muy tajante. «Yo, como le tenía mucho cariño a Franco, si le quieren traerle que le traigan», afirma, mientras que otro vecino asiente que «tiene todo el derecho a descansar. Ya han paso muchos años. Es una tontería lo que están haciendo».

Una vecina que acaba de llegar de Madrid se muestra muy tajante. «Vengo de Madrid al pueblo para estar tranquila y resulta que ahora se va a convertir esto en una peregrinación». Le interrumpe uno de los vecinos: «Oiga señora, que traigan a Franco». Mientras tanto, otra de las mujeres que entra en el debate improvisado solicita que «lo dejen donde está, que es donde tienen que dejarlo. A los muertos nunca se les debe de tocar».

Otro de los vecinos tercia también en el debate creado en la calle: «Yo, como soy amigo de la alcaldesa y de Franco, me gusta que lo traigan», a lo que le contesta otra de las mujeres: «Que lo dejen en tu parcela, que tienes mucha tierra. Así tienes una peregrinación continua».

Otros vecinos se muestran muy tajantes señalando que «esto solo puede ser una tontería que se le ha ocurrido a Agustina». «Lo que nos faltaba, somos pocos y parió la abuela. Esto es una chorrada como otra cualquiera», señala uno de ellos visiblemente contrariado. Al final una de las mujeres zanja la cuestión tranquilizando a todos: «Menos mal que la familia de Franco nunca lo va aceptar».

El cementerio ha sido arreglado recientemente. CAMPOS