principalmente en el teleno
La Junta canaliza con 18 permisos la búsqueda de oro en la provincia
Son derechos de investigación, de los cuales ocho están activos, ocho en trámite y dos caducados.
Un bateador busca oro en el río Omaña durante un curso de la Universidad este verano. dl
a.g. Valencia | Astorga
La Junta mantiene activos ocho permisos de investigación para rastrear oro en León. Son cinco menos que el año pasado, cuando por estas fechas, la administración tenía vigentes un total de trece. Sin embargo, la totalidad de los derechos son 18, de los cuales, otros ocho están en tramitación (solicitados) y dos más caducados. Actualmente, los derechos activos son Seo Norte en Vega de Valcarce, Lobo en Corullón, Atenea y Tabuyo en Luyego, Chana en Lucillo, Hera en Castrocalbón y Artemisa en Destriana. Los que están solicitados: Telus, Castrum, Penélope, La Antigua, Totovia, Labor de Rey, Olmo y Corona se localizan también en las comarcas de Maragatería, El Bierzo, la Valduerna y Valdería. Estas son, además, histórica y geográficamente, las zonas con mayor riqueza de este metal. En definitiva todo el entorno de la Sierra del Teleno.
Más llamativo es el caso de La Antigua, en el Páramo, ya más alejado del área aurífera tradicional. Una presencia que se explica por la evolución geológica. En estos casos, la presencia del oro se localiza en capas más profundas.
Los permisos que mantiene la Junta —donde también figuran dos caducados: Alberto y Alberto Fra— son derechos para investigar y no para explotar el oro. Es decir, en ningún caso se contempla la apertura de yacimientos ni la alteración del paisaje, algo que medioambientalmente sería prácticamente imposible hoy día. Con estos derechos, las empresas que los poseen se dedican a utilizarlos como letras de cambio para comercializar con compañías más grandes.
La riqueza del subsuelo leonés es un hecho que a nadie pasa desapercibido. Ya lo romanos pusieron su interés en el entorno del Teleno por este motivo. León está plagado de metales y minerales que han sido sustento de la economía durante décadas. Sólo en la zona de Castrocontrigo, los estudios señalan que en su suelo aún se atesoran diez toneladas de oro. Sin embargo extraerlo equivaldría a desmantelar todo el pinar. Un hecho inimaginable. Además el precio del oro — que ha ido descendiendo— ha suscita otra especie de ‘fiebre’ centrada en el rastreo y la investigación, que por ley implican pequeños sondeos, catas, análisis geológicos, o cartografía sin alterar el terreno.
