Por una vez ...

Querido hermano: Que Santiago tire del carro por la Vía Láctea, pues ante el panorama que se nos presenta es el único clavo que nos queda, aunque salgamos con las manos un tanto escocidas. Dicen los papeles que la recesión turística está ahí, y que en esta provincia es notoria; que la ocupación hotelera, respecto al año pasado, ha sufrido un buen bajón y que las perspectivas para Agosto, de halagüeñas, nada. O sea, querido, que nos quedan los peregrinos, y aunque vengan de bocadillo y botellín, menos da una piedra. Al final, ya lo dice Nolete, vamos a tener que asociarnos con el ínclito Tinín Areces, mandamás de los tramontanos y a quien en Valladolid valoran muy positivamente; desde estos lares propongo que se le haga la rosca a fin de que nos envíe legiones de súbditos, a «secase» bien secos en nuestras parameras; y si de paso hacen buenos trasiegos espirituosos para «mojarse un poquín», mejor que mejor. Sabes, sobradamente, la tirria que tengo al tal Tinín, desde sus tiempos de corregidor en Gijón, por la cuestión de la Vía de la Plata; y sabes, aun mejor, lo que opino de los de León y Valladolid porque en ese aspecto le están haciendo el caldo gordo, buena fabada, a cuantas propuestas se presenten desde el otro lado del Pajares; a la par que se hace la cusca a buena parte de la provincia de León que no es preciso señalar. Pero mira por donde, hermano, y sin que ello sirva de precedente, por una vez que Areces me convence, saltan los de Valladolid y los de León ciudad diciendo al mandatario asturiano que nones, que buenos vino hay en Cacabelos. Andan los del Principado hartos de los riscos del Pajares, y más de pagar por el valle del Huerna, que es lo mismo que nos pasa a los leoneses si queremos mojar las corvas en San Lorenzo y tomar un culín con erizos en Tazones, pongo por caso. Y con buen criterio, que políticamente no entiendo, pero económicamente me parece acertado, pide a los castellanos y leoneses que se confabulen con él; que como si estuviéramos en tiempos de los Alfonsos y Ordoños arremetiendo contra los muslimes, planten lid a Almánzar-Cascos; que se reviva el viejo reino astur-leonés, se busque la alianza con Castilla, que hasta no ha mucho se decía la Vieja y que se prohiban esas parias del peaje en dicho valle del Huerna, para llegar más desembarazados, y con más escudos en la faltriquera a las orillas del Duero. Buena y acertada propuesta creo yo, por lo que sin remilgos ni dobleces he de dar la razón a ese astur que reniega de Astorga, que lo cortés no quita lo valiente. Tengo, no obstante un pelín de desconfianza por la propuesta: que detrás de la cordillera solamente piensan en salir a la Meseta a todo correr, y gratis, y se olvidan de una autopista en construcción entre Astorga y León, ni mentarla, oye. Claro que de la misma ya se han olvidado hasta las huestes de la UPL, a la que sacaron buena leche electoral; así que nada ha de extrañarnos el olvido asturiano. Pues ya ves hermano, cuando uno alborozado vislumbraba cierta sensatez en el debelador, por excelencia, de la Vía de la Plata, surge el caballero Amilivia, señor de León y su alfoz, guardián de las siete llaves y protector incondicional de la «cannaba» legionense y dice que nanay, que los peajes son los peajes, que ya en la Edad Media, por estas tierras se sabía mucho de esas cosas del portazgo, pontazgo y castellaje, cuando no el derecho de pernada, y que eso de apoquinar cuando uno quiere ir deprisa es bueno para la economía común; va Amilivia y dice eso. Por supuesto que dentro de cuatro días, volverán a olisquear el rabo de Areces para ir de Sevilla a Gijón, pasando por León, dando de lado a los de La Bañeza y Astorga; perderán el culo haciendo presentaciones de la Red donde haga falta, aunque sea Lisboa a donde podría buscarse una prolongación si preciso fuere a la Vía. Así que, para una vez que desde Asturias hacen propuesta chachi nos la jeringan en León y Valladolid. Pues si que...