Quiñones afirma que la «clara expansión del lobo» tumba los argumentos de su protección

El Paraninfo de la Facultad Veterinaria de León acogió ayer una mesa redonda sobre La ganadería y el lobo , en la que el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, puso una vez más de manifiesto su total oposición a la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) de extender la protección del lobo a todo el territorio nacional. «Carece de argumentos científicos, ya que está constatado que la especie en está en expansión, y argumenta unos valores ecológicos y culturales distorsionados que no tienen nada que ver con la realidad», argumentó Suárez-Quiñones, que lamenta que la decisión de incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) suponga «no una confrontación entre ecologistas y ganaderos sino un ataque directo al mundo rural, y a toda una manera de vivir en los pueblos».

En su intervención, el consejero califico de «ideología talibán» la que ha empujado a la ministra a promover esta inclusión, a la que «las nueve comunidades autónomas contrarias a esta protección daremos batalla legal», y añadió que «no se defiende la cultura del lobo atacando la vida de los hombres y de las mujeres de nuestro medio rural. Nos van a tener totalmente enfrente y acabaremos en los tribunales si finalmente se lleva a cabo esta infamia». En este sentido, recalcó que «hemos llamado al diálogo al Gobierno de España, a la ministra, pero hace oídos sordos. No hay forma de que reaccione ni tome un camino de sensatez».

Quiñones recordó que «el lobo es el causante de cerca de 2.700 ataques al año en Castilla y León, que conllevan la muerte de 3.800 cabezas de ganado, lo que acarrean un gasto a la administración en indemnizaciones de cerca de dos millones de euros».

Organizado por la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León (Avetcyl), cuyo presidente, Elías F. Rodríguez Ferri, se encargó de introducción, la mesa contó además con la participación del presidente de la Organización Colegial Veterinaria Española, Luis Alberto Calvo Sáez, que defendió el papel de los veterinarios en la gestión de las especies, y del profesor de la ULE, Vicente González Eguren. La moderación corrió a cargo del Rector de la ULE, Juan Francisco García Marín.

El consejero consideró «incomprensible» esta protección a la especie que «ya se ejercía a través de los planes de gestión llevados a cabo en Castilla y León, donde la especie es cinegética al Norte del Duero, donde se llevan a cabo las extracciones a través de los cupos comarcales «que establece el número de ejemplares que se pueden cazar en cada zona y de los que sólo se extrae el 55% de los ejemplares autorizados». En este sentido apuntó que en estos momentos la especie está en una clara expansión hacia el sur, «yo diría, incluso que desordenada». De hecho, expuso, que «se ha pasado de una población de 400 lobos en la década de 1980 a unos 2.000 en la actualidad con un total de 179 manadas identificadas en Castilla y León».

Por su parte, Rodríguez Ferri recordó que en España hay en la actualidad unas 300 manadas que suman cerca de 2.000 ejemplares, «cuyos daños al ganado provocan pérdidas millonarias en el sector». Además, alertó que aunque se ha demostrado que el lobo es reservorio de algunas enfermedades animales, también puede ser transmisor de otras a la cabaña ganadería o incluso al ser humano. «Por eso el control de las especies es tan importante como se ha visto con la pandemia que estamos viviendo y que no hay que olvidar que tiene origen animal».